Bruselas obliga a que en el horizonte del año 2020 una quinta parte (20 %) del consumo final bruto de energía proceda de renovables. Atendiendo a la situación de partida de la Comunitat y sus características climatológicas, el Consell del Botànic en 2017 aprobó un Plan de Energía Sostenible que fija para 2020 la meta de que las renovables sean casi una sexta parte (16 %) del consumo final bruto de energía.
El primer informe del Estado del Medio Ambiente de la Comunitat pone el acento en las debilidades del parque eléctrico renovable valenciano, pese a la elevada potencia en servicio en generación hidráulica y eólica. Así, destaca que durante 2015 «las condiciones climatológicas no permitieron un mismo nivel de generación eléctrica que en otras regiones del territorio español, que por lo general poseen un régimen de pluviosidad y vientos muy superior». «Este déficit de producción en las mencionadas tecnologías -recalca- no resulta compensado por los mayores niveles de radiación solar que redundan en una mayor producción de las tecnologías fotovoltaica y solar termoeléctrica».
La Comunitat se situó en 2015 en un 12,3 % de energías renovables, «tan solo 0,2 puntos más que en 2014», lamenta el informe. «En vista de alcanzar el objetivo (el 16 % en 2020), la región deberá incrementar sus esfuerzos para impulsar más activamente la participación de las energías renovables en el consumo energético final», concluye.
