Un gobierno con once consellers y un presidente, pero con pocas novedades. La continuidad será mayor entre los consellers de Compromís. El Bloc ha blindado a Vicent Marzà y Rafael Climent al frente de Educación y Economía. Mónica Oltra ata la vicepresidencia y conserva intactas todas sus competencias, entre ellas la portavocía del Ejecutivo.
La nueva conselleria de Agricultura y Medio Ambiente es la única de Compromís a renovar. La independiente Elena Cebrián no sigue (el distanciamiento con Oltra le ha pasado factura) y deja una vacante que, por respeto a la paridad, estará en manos de una mujer. En Compromís apuntan a la exdiputada Mireia Mollà, candidata fallida a la alcaldía de Elx pero dirigente bregada en mil batallas y complemento para Oltra. Ambas formaron un buen tándem desde Compromís en la oposición.
El PSPV es quien más abierto tiene el equipo. Al margen de Ximo Puig se da por segura la continuidad de Gabriela Bravo, quien conservaría Justicia y Función Pública, ampliaría con Emergencias y perdería Memoria Democrática.
Es también casi segura la continuidad de Vicent Soler al frente de Hacienda, mientras que hay más dudas con Ana Barceló. Lleva poco tiempo en Sanidad y cuenta con el respaldo de Puig, pero el jefe del Consell quiere dar un empujón a la gestión sanitaria, una de las áreas que más le preocupa. No se descarta un cambio. Tampoco están cerrados los titulares de Urbanismo, ni de Universidades. Por paridad deben ser hombre y mujer. El nombre del exsecretario de Organización Aldred Boix, persona del núcleo duro de Puig, circula para Urbanismo y Obras Públicas.
Sería un refuerzo importante para Puig en un Consell abocado al conflicto. Respecto a Universidades, trascendió el nombre de la investigadora alicantina Nuria Oliver y suena el de Esteban Morcillo.
Las de Podemos parecen claras: Martínez Dalmau y Rosa Pérez. Al magen de nombres ayer se perfilaba también el mestizaje, la fórmula de intercalar altos cargos de distintos partidos. Pero con matices.
El PSPV, con seis consellerias, estaría presente en las otras seis, pero Compromís no llegaría a todo el organigrama. Controla cuatro conselleries y estaría en otras cuatro con secretarías autonómicas y podría decidir nombramientos en direcciones generales de otros departamentos. Unides Podem es seguro que estará en el mestizaje de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente.
