En la primera intervención oficial de Rubén Martínez Dalmau en las Corts, el síndic de Unidas Podemos despejó dudas (si es que las había ayer) nada más comenzar su discurso: Podemos votaría a favor de la investidura de Ximo Puig. Reconoció las diferencias entre los socios pero existe un «horizonte común» que asumen con lealtad hacia ambos partidos y, en concreto, con Ximo Puig. Así lo subrayó. El apoyo no será gratuito porque la coalición lo hará con «sentido crítico». Su deuda, como reivindica continuamente su partido, no es con los bancos, es con la gente.

Resaltó la necesidad de crear un proyecto de país y recordó algunos de los méritos del anterior gobierno que impulsó Podemos, como la ley contra la pobreza energética, la creación de la Agencia Antifraude, el copago farmacéutico o el impulso al Pacto Valenciano contra la Violencia Machista. Por ello, no se olvió en agradecer el trabajo de los 13 diputados anteriores y sobre todo al exsecretario general Antonio Montiel así como al actual dirigente, Antonio Estañ.