"Hay que gobernar para todos. Los gobiernos son del pueblo, no de los partidos". Es la encomienda que el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha lanzado a los miembros del segundo Consell del Botànic esta mañana, durante la ceremonia de toma de posesión de los cargos, celebrada en el Saló de Corts del Palau, el de las grandes ocasiones. Representantes institucionales y de la empresa han acudido al acto, en el que no se ha visto a dirigentes de PP, Ciudadanos y Vox.

La reflexión de Puig tiene un especial valor si se tiene en cuenta que este será el primer gobierno tripartito valenciano. Hay representantes de PSPV, Compromís y Unides Podem en él.

Ha remarcado que este ha de ser "un único gobierno" y que "los éxitos los conseguiremos si somos capaces de gestionar adecuadamente la diversidad".

En esa misma línea, ha utilizado una cita de Alejandro Magno: "De la conducta de cada uno depende el futuro de todos". Y ha acabado con otra del mismo cariz del padre de la socialdemocracia alemana y referente personal de Puig, Willy Brandt: "Lo que pertenece a todos crece con todos juntos".

Ante el delegado del Gobierno y el alcalde de València, Puig ha subrayado la voluntad de cooperar con el ejecutivo central y de la "historia de alianza efectiva con los ayuntamientos" que representa esta Consell, ha dicho.

El president ha insistido en las líneas fundamentales de la acción de gobierno, tal como ya destacó en el acto de ayer en las Corts y durante el pleno de investidura. Luchar contra el cambio climático, crear más empleo y mejorar la calidad del trabajo, garantizar el derecho a una vivienda digna y conseguir la viabilidad del modelo social europeo. Impulsar la innovación y acabar con el terrorismo machista. Han sido los retos que ha destacado.