València acoge desde ayer y hasta mañana dos de las citas del año más importantes para los profesionales de la Oftalmología en Europa. Por primera vez en la capital del Túria, se celebran la Asamblea Plenaria de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), en su Sección de Oftalmología, y la Asamblea General del Consejo de Oftalmología (EBO), que reunirán a unos 150 miembros de distintos países.
Uno de los representantes españoles es Rafael Martínez-Costa, vicepresidente primero de Oftalmología en la UEMS y presidente de Finanzas del EBO, que explica que para València es un «hito muy importante» acoger estas citas anuales, que se celebran en España por primera vez y que colocan al cap i casal en la misma lista que ciudades como Londres, Viena, Estrasburgo o Copenhague.
El objetivo de ambas instituciones es garantizar que haya «una formación harmónica y homologada de la Oftalmología y regular la especialidad en toda Europa», explica Martínez-Costa, que es el primer español con cargos de responsabilidad en ambos organismos.
El oculista, que ejerce en el Hospital La Fe de València, afirma que de esta manera «se facilita la circulación de los especialistas entre los diferentes países y se garantiza que las actividades formativas aporten calidad científica».
La UEMS nació en 1958, un año después de la creación de la Unión Europea, y la sección de Oftalmología vio la luz en 1963. En 1992 se creó el EBO, que celebra un examen anual en París (Francia), el cual es obligatorio aprobar para ejercer en muchos estados. A pesar de que en España no es así, es el tercer país del que proceden más candidatos que, además, obtienen «cualificaciones muy altas», detalla el oftalmólogo. «Estamos entre los primeros de Europa y eso indica que la formación especializada en España es muy buena y que los recién titulados estudian y se lo preparan bien», asegura.
Además, menos multitudinario que este otro examen -que a partir de 2020 también se realizará en Berlín (Alemania)- el EBO también realiza otro de «superespecialidad», para profesionales de patologías como el glaucoma, la oftalmología infantil o la cirugía refractiva.
Buena «escuela» valenciana
En lo que respecta a la Comunitat Valenciana, Martínez-Costa explica que es una de las autonomías «líderes en la especialidad, como Madrid y Cataluña, tanto en el aspecto quirúrgico como en el médico». «Nos han solicitado ayuda desde Grecia, para que tratemos aquí algunos pacientes», detalla como ejemplo, al tiempo que recuerda que en València existe buena «escuela» porque en los años 70, el catedrático José Luis Menezo ya era conocido internacionalmente por sus innovaciones. Por eso, asegura que hay «grandes hospitales y especialistas», pero expone que el «problema fundamental es la masificación de la sanidad». No obstante, afirma que se nota «que hay más concienciación y mejor cuidado» y que han disminuido los tratamientos con láser. «Ahora hay muchos menos que hace 20 años, porque los pacientes diabéticos saben que deben revisarse la vista y porque la medicación y el control son es mucho mejor y el control mayor».
Por otro lado, están las cataratas, las intervenciones de las cuales aumentan al mismo ritmo que envejece la población. «Genera mucha carga a los hospitales, porque tienen casi el 100 % de las personas de 90 años, pero también ha habido muchos avances: desde quitar el cristalino y poner unas gafas gordas, hasta introducir una lente intraocular», dice. Asimismo, en oncología -área en la que trabaja Martínez-Costa-, hay cada vez mayor número de pacientes que conservan la vista y los ojos, explica.
Ahora, los esfuerzos se centran en la degeneración macular asociada a la edad, que produce «una pérdida de visión muy importante». «Desde hace unos años, contamos con medicamentos que minimizan o detienen la pérdida visual que genera la enfermedad, pero el día que se descubra la cura definitiva será un gran avance», asegura.
Martínez-Costa afirma categóricamente que «no es verdad que si gastas mucho la vista se va a gastar». Asimismo, matiza que «no está demostrado desde el punto de vista científico» que la exposición a las pantallas sea perjudicial: «lo que pasa es que se parpadea menos y aparecen la sequedad y molestias en los ojos», aclara.
Lo mejor para la salud, según especifica, es usar gafas, ya que la cirugía «conlleva un riesgo aunque los resultados son excelentes» y «el problema de las lentes de contacto es que la gente se olvida de la higiene». Entre los consejos, usar gafas de sol y tener una dieta alimentaria rica en zinc y vitaminas.
