La costa de València se ha convertido en una de las más afectadas por el problema global de los vertidos de plásticos en el mar. Un estudio del fondo mundial para la naturaleza WWF sitúa a las playas de la ciudad en la quinta posición del Mediterráneo entre las más afectadas por este problema ambiental.

La franja litoral de Barcelona es la segunda con más vertido de plástico en el Mediterráneo, con una acumulación diaria de 26,1 kilos por kilómetro, solo superada por la costa de Cilicia, en Turquía, con 31,3 kilos por kilómetro. Por detrás de Barcelona aparecen Tel-Aviv, en Israel (21 kilos); Delta del Po, en Italia (18,2); València (12,9); la egipcia Alejandría (12,7); Argel, en Argelia (12,2); la bahía de la francesa Marsella (9,4), y la turca Esmirna (7,2).

No es de extrañar que dos capitales españolas aparezcan en este ránking. España ocupa el cuarto lugar en producción de plástico -por detrás de Italia, Turquía y Francia- y está entre los tres países con mayor porcentaje de residuos plásticos reciclados, ya que representa el 13,2% del total, según el informe.

La organización avisa de que la cuenca mediterránea genera el 10 % de todos los productos plásticos, lo que la convierte en el cuatro productor mundial de este material. Los países del Mediterráneo generan 24 millones de toneladas de residuos plásticos al año, el 72% de las que acaban en un proceso de tratamiento de residuos controlado.

En su informe, WWF destaca que cada año acaban en el Mediterráneo 570.000 toneladas de plástico, el equivalente de verter 33.800 botellas de plástico al mar cada minuto. Las actividades costeras provocan la mitad de los vertidos de plástico, mientras que el 30 % llega a través de ríos y el resto proviene de fuentes de contaminación de plástico de actividades desde el mar, como el comercio marítimo y la pesca. El turismo, según WWF, aumenta «significativamente» la generación de residuos en las costas mediterráneas, que son visitadas anualmente por unos 200 millones de turistas: en algunos municipios costeros, los visitantes de verano generan un aumento del 30% de residuos.

Desde hace tiempo, el plástico se está convirtiendo en una de las principales preocupaciones dentro de la mayor conciencia ambiental de los estados y los agentes económicos.

Preocupación pública y económica

La Unión Europea acaba de aprobar una normativa que impone la prohibición a partir de 2021 de los plásticos de un solo uso, tales como platos y cubiertos, bastoncillos para los oídos y pajitas. También se pretende que en 2029 el 90 % de las botellas de plástico sean recicladas.

En esta línea, muchas empresas están comenzando a introducir de forma irreversible dentro de sus procesos productivos iniciativas para reducir el consumo.Multinacionales como Ikea, que hace gala de prácticas ambientalmente responsables, están imponiendo a sus proveedores procesos de economía circular. En este sentido, la empresa valenciana textil Cotoblau, proveedora de la firma sueca, usará hilo sacado de botellas de plástico reciclado para elaborar el 80% de los productos que vende a Ikea.