La ejecutiva de Ciudadanos y también uno de sus barones territoriales, el valenciano Toni Cantó, trataron ayer de aparentar normalidad ante la fuga de agua abierta en la nave naranja tras las dimisiones de diferentes cargos que no comparten el nuevo giro a la derecha de la formación.

Ciudadanos ya dio un volantazo hace dos años cuando pasó de posiciones socialdemócratas a dar sostén al PP de Mariano Rajoy. Ahora no solo apuntala a los populares sino que se apoya implícitamente en la ultraderecha de Vox y exporta el pacto andaluz.

Ayer fue un día duro para Ciudadanos. Por la mañana anunció su baja el portavoz económico, Toni Roldán. Aseguró que en Ciudadanos se han desvirtuado los principios de reformismo, regeneración y de batalla contra el nacionalismo. «No me voy porque yo haya cambiado, sino porque Ciudadanos ha cambiado», dijo.

Pocas horas después se conocía la renuncia del eurodiputado Javier Nart y a continuación la del candidato en Asturias, Juan Vázquez, lo que ha abierto una crisis sin precedentes en la formación.

En clave valenciana, y para cerrar una jornada difícil, trascendió que Carolina Punset, exportavoz de Ciudadanos en las Corts y hasta hace unos días eurodiputada, tiene encima de la mesa una propuesta para unirse al equipo de Ximo Puig en Presidencia de la Generalitat. La política aseguró ayer a Levante-EMV que no ha tomado aún una decisión después de cerrar una etapa convulsa en el partido que lidera Albert Rivera.

Punset fue la candidata de la formación naranja en las autonómicas de 2015, pero en febrero de 2016 dejó el puesto de síndica para irse a Bruselas, tras haber dado muestras de que actuaba al margen de la dirección estatal.

Fue relevada en el puesto por su actual marido, Alexis Marí, con quien ha liderado un frente de oposición al giro conservado de Rivera. Punset valora ahora convertirse en asesora de Puig para asuntos europeos. La propuesta se enmarca en la reestructuración de Presidencia que prepara el líder del PSPV.

En clave política, el movimiento supone un intento de recuperación hacia la socialdemocracia de un sector del centro político que se adhirió a Ciudadanos y que ahora se sentiría no identificado con sus acuerdos con el PP y, de manera implícita, con Vox.

Valls, Carreras, Garicano...

A todo ese panorama se suma la escisión en el Ayuntamiento de Barcelona tras apoyar Manuel Valls la investidura como alcaldesa de Ada Colau para evitar a un alcalde independentista como Ernest Maragall (ERC).

Y hay más. El malestar de barones como el de Castilla y León o las arremetidas al giro derechista de referentes como Luis Garicano o Francesc de Carreras. Todo ello, junto al bochornoso desmentido a Rivera del referente de los liberales europeos, el presidente francés Emmanuelle Macron, tras decir el líder de Cs que le había felicitado por los pactos con PP y Vox.

Un bofetón de los socios europeos a un Ciudadanos que se apoya implícitamente en la ultraderecha y permite que el PP siga gobernando instituciones que lidera desde hace 30 años (Castilla y León, Murcia o Madrid).

Fuentes cercanas a Cantó aseguraron ayer que este tiene «buenas palabras» hacia Roldán, un dirigente al que Cantó había alabado en público y con el que había compartido actos públicos, incluso en campaña electoral.

Pero Cantó no se va a mover un ápice del criterio que defiende Rivera y su ejecutiva, de la que el valenciano forma parte. Cantó es uno de los dirigentes de Ciudadanos que más cómodo se encuentra con el veto a Pedro Sánchez, posición que asume la ejecutiva, un veto que ha extendido a Ximo Puig.

Una de sus frases preferidas en campaña electoral fue que jamás pactaría con «el PSC de Puig», porque el jefe del Consell siempre prefiere a «nacionalistas y populistas», en referencia Compromís y Podemos.

Al rechazo a los socialistas se suma que Cantó es el único portavoz en las Corts que ha salido en defensa de Vox y el que con más énfasis ha defendido que la formación ultra debe tener voz en la Mesa de las Corts y en los órganos de control de las comisiones.

«Vamos a seguir la estrategia de ser la oposición firme al sanchismo y leales a los españoles, el partido ya dijo que no va a investir a Sánchez y en la Comunitat Valenciana el PSPV ya eligió una vez más al populismo y nacionalismo», aseguran en el entorno de Cantó.

Otras fuentes de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana detectan la existencia de una operación de altura para erosionar el liderazgo de Albert Rivera, que comandaría el propio Garicano y que tendría como último fin permitir la investidura de Pedro Sánchez sin que fuera necesario apoyarse en independentistas.

Ello, según señalan, llevaría aparejado una ruptura de Ciudadanos con la derecha que tendría en la salida de Roldán una de sus fases.

Esas mismas fuentes, con todo, aseguran que el partido en la Comunitat Valenciana está cohesionado en torno al liderazgo de Cantó.