Hoy empiezan las macrooposiciones docentes de 2019, las superoposiciones o la «madre» de todas las oposiciones, como usted prefiera llamarlas, ya que se trata de la convocatoria más multitudinaria en 30 años, desde 1991 y se prevé que hasta 2021, según el calendario establecido por la Conselleria de Educación.

En total, se presentan alrededor de 19.500 candidatos que esperan obtener una de las 4.636 plazas de profesor de Secundaria, Formación Profesional, Escuelas de Idiomas, Música y Artes Escénicas -de lo cual también hay plazas para catedráticos-, y Artes Escénicas y Música.

En total, se convocan 58 especialidades y la conselleria ha movilizado el mayor número de tribunales que se recuerda: 348, compuestos por 1.740 personas titulares y otras 1.740 suplentes, lo que supone que, de media, cada tribunal se encargará de evaluar a 60 candidatos, la mitad que en 2015 y 17 menos que el año pasado. De esta manera, el departamento que dirige Vicent Marzà pretende resolver la saturación de los tribunales, una de las principales quejas del año pasado, cuando se realizaron las pruebas para docentes de Primaria, entre otras.

A pesar de esta mejora y de otras, como la creación de la Comisión Baremadora de méritos y otra Técnica, estas oposiciones no han empezado libres de críticas. El Sindicato Independiente de Enseñanzas Artísticas (Sieas) ha presentado un recurso contencioso administrativo en los tribunales para pedir la impugnación de las pruebas de Artes Plásticas y Diseño. Igual que el año pasado, lamentan que «aún no está aprobado el decreto de especialidades, es decir, que el profesor que se presenta a su especialidad no sabe qué asignaturas tendrá que impartir», lo que según el sindicato es «una condición necesaria para convocar procesos de oposiciones».

Además, el sindicato de Enseñanzas Artísticas también asegura que la presente convocatoria «no ofrece las suficientes garantías para los aspirantes, sobretodo para aquellos interinos». Consideran que «no existe un reconocimiento suficiente, traducido en puntos, de su labor de tantos años», en referencia al baremo.

En esto último también coincide el sindicato Stepv, que critica que la conselleria «no ha tenido en cuenta que las plazas ofertadas no son de nueva creación y han sido ocupadas año tras año por profesores en régimen de interinidad, la mayoría procedentes de oposiciones anteriores con las pruebas aprobadas que no fueron seleccionados por las poquísimas plazas ofertadas». Esto, según Stepv, está causado por la «nefasta planificación heredada de la pésima gestión del anterior gobierno del PP y sus recortes». Asimismo, destacan que algunas convocatorias no se realizaban desde hace años o incluso décadas, como las de las especialidades de enseñanzas artísticas, precisamente.

Por eso, desde Stepv critican que estas oposiciones masivas «no hayan llegado acompañadas de un pacto de estabilidad del profesorado interino» y que tampoco «se hayan activado procesos de consolidación de esos lugares de trabajo».

Por otro lado, el sindicato critica los problemas que ha habido para determinar quien dispone de los requisitos y conocimientos de idiomas, sobre todo del Certificado de la Capacitació en Valencià, pero valora la creación de la Comisión Baremadora de méritos y de la Técnica, que descongestionarán los tribunales.

Hoy, los candidatos se enfrentarán a la primera prueba, la de la demostración de los conocimientos específicos de su especialidad, que es eliminatoria. El proceso de oposición se alargará más allá de mediados de julio para aquellos que superen todas las fases.