Javier Quesada, uno de los catedráticos que ha realizado el informe, explica que la cantidad de talento que hay en un territorio está «muy relacionada con los niveles de bienestar, aunque no se sabe qué causa qué exactamente; pero sí se ve que talento y renta por habitante van de la mano». Por esto, las comunidades que destacan son Madrid, Navarra, Cataluña y País Vasco, dos de ellas con un régimen foral. «Muchos de los elementos que se estudian dependen de la financiación autonómica, que perjudica gravemente al sector público valenciano. Hay indicadores sobre sanidad, pensiones, atención a mayores...y eso nos perjudica», reconoce.

Quesada recuerda que el «talento atrae al talento, y que también genera desigualdad», ya que las comunidades que destacan representan 17 millones de habitantes del total de 47 que tiene España. Por eso, avanza que si sigue en marcha el cambio productivo -hacia una industria más inteligente e innovadora-, «no estar bien situados generará más desigualdad y debilidad».

Uno de los factores que puede suponer un «motor de modernidad» es la captación de inversión extranjera, «locomotora de la economía y de la cultura», dos de las claves para retener talento. Y es que, cabe tener en cuenta que «los jóvenes quieren estar en un sitio en el que suceden cosas, tanto desde el punto de vista profesional como personal».