El termómetro no va a dar demasiada tregua este verano. Pese a que la ola de calor que ayer se dio oficialmente por cerrada, no ha sido demasiado severa con la Comunitat Valenciana sobre todo si se compara con los registros alcanzados en otras partes del país o de Europa. Y es que momentos más tórridos están por llegar. De hecho, el director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, advirtió de que a partir de este viernes 5 de julio llegará la segunda ola de calor que, a diferencia de la primera, sí afectará de pleno a la comunidad, con lo que el ambiente durante todo el fin de semana será muy cálido.

Según algunos de los modelos que maneja el citado laboratorio, el mercurio podría alcanzar incluso los 42 grados en algunos puntos del interior. Esta nueva ola de calor no será tan duradera como la primera que ahora acaba de terminar, pero va a afectar de forma «especialmente intensa» a todas las regiones mediterráneas, según añade Olcina. Será una oleada de aire sahariano provocada porque una gota fría se descolgará frente a las costas del oeste peninsular y arrastrará esa masa de aire muy cálida y seca procedente de África hacia Alicante y Murcia, donde se disparará el termómetro.

Riesgo a medio plazo

En cambio, ese peligro, el de gota fría, no se asoma todavía a la Comunitat Valenciana, como es lógico a estas alturas del año, y no lo hará en las próximas semanas. Pero Olcina sí incide en que «estos calores van a provocar que el Mediterráneo se caliente mucho en las próximas semanas, lo que se convierte en un factor de riesgo» no de forma inmediata pero sí a largo plazo, en épocas en que las lluvias torrenciales sí son mucho más habituales.

Desde una óptica más general, Olcina subraya que si la canícula está apretando bastante más en este periodo estival con respecto al de 2018 es porque «este año las ondulaciones del jet stream [o corriente en chorro: los flujos de aire rápido que se encuentran en la atmósfera] no nos están favoreciendo, ya que los descuelgues se están produciendo al oeste, por lo que a nosotros nos tocan las ondulaciones asociadas a crestas tropicales». En cambio, el año pasado «los descuelgues se producían prácticamente sobre la vertical peninsular, por lo que fue un verano lluvioso y suave», agrega Olcina.

Más irregularidades

Y esto también tendrá consecuencias en el futuro: «Las proyecciones climáticas señalan que estas mayores ondulaciones del jet stream provocarán un aumento de los episodios de calor, algo que ya se está empezando a notar en los últimos años», continúa el director del Laboratorio de Climatología de la universidad alicantina.

A todo esto, incluso en esta transición entre estas dos olas de calor, persiste otro factor alarmante también tradicional del estío: la amenaza de los fuegos forestales. De hecho, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana señaló que el nivel de preemergencia de riesgo ante incendios continuaba siendo ayer de nivel 3, esto es, el de máximo riesgo, tal como lleva produciéndose prácticamente desde el final de la semana pasada y coincidiendo con el incremento de las temperaturas que se registró días atrás.