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Normativa

Los colegios tienen que ofrecer menús alternativos por creencias religiosas

Educación modifica la instrucción a los centros y les obliga a garantizar una alimentación distinta "por razones médicas, religiosas o culturales"

Hasta ahora los colegios solo tenían la obligación de modificar el menú si el alumno llevaba un justificante médico que indicara la prohibición de consumir determinados alimentos. Así, bajo prescripción médica, ofrecer una alternativa en el comedor escolar era obligatorio. Sin embargo, solicitar lo mismo por cuestiones religiosas o culturales dependía de la «voluntad» del centro en hacerlo. La Conselleria de Educación «recomendaba» adaptar los menús y ofrecer alternativas pero la decisión final era de la dirección del centro.

Así, el curso pasado tres centros educativos negaron menús alternativos a familias musulmanas en tres centros diferentes de la provincia de València (dos en Quart de Poblet y uno en la capital) y la propia conselleria se vio obligada a mediar para garantizar la «no discriminación» a los menores. De hecho, en el CEIP Max Aub de València el menú alternativo para un menor llegó «in extremis» a medio curso tras la entrada en vigor de una ley (la de Infancia y Adolescencia) que indica que se debe garantizar un menú alternativo a los menores.

Sin embargo, para el curso escolar 2019-2020, la Conselleria de Educación ha modificado la instrucción que cada año envía a los centros escolares para evitar polémicas posteriores, según consta en el borrador que ha presentado recientemente la Administración a la mesa sectorial. Así, el documento asegura que como nuevas normas que se adoptarán figura la «Ley 26/2018 de derechos y garantías de la Infancia y Adolescencia» que en el artículo 82 sobre criterios de diversidad de los menús determina que «los alimentos que se proporcionen en todo tipo de menús y actividades para la infancia o la juventud deben de garantizar la igualdad en la diversidad, ya sea por razones médicas, religiosas o culturales, y ofrecer alternativas». La instrución hace referencia a Educación Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria (ESO) y elimina de un plumazo el debate sobre si los centros públicos y concertados deben ofrecer o no menús alternativos.

Valencia Acoge, Movimiento contra la Intolerancia, la Plataforma contra la Islamofobia y el Centro Cultural Islámico de València alertaron hace un año de la «dejadez» de la Conselleria de Educación a la hora de garantizar que el alumnado musulmán dispusiera de menús halal, pues la respuesta de la Administración ante centros que se negaban a dar un menú alternativo era derivar la cuestión a inspección educativa. Las entidades afirmaron entonces que los alumnos afectados sufrían «una discriminación indirecta».

Una mujer -Rachida El Badaoui- puso rostro a la polémica al explicar cómo el colegio al que acudía su hijo se negaba a darle menu halal y a aceptar cualquier alternativa, como que ese día se le sirviera a su hijo un menú sin carne o que el centro aceptara que se llevara la comida de casa. Ninguna opción resultaba viable y como en la instrucción emitida por la conselleria solo se obligaba a los colegios a proporcionar un menú alternativo por prescripción médica, Rachida se vio obligada a rechazar la beca de comedor en dos ocasiones. Para la mujer, que finalmente el colegio aceptara hace unos meses ofrecerle a su hijo una alternativa sin carne de cerdo fue un alivio.

El próximo año, sin embargo, no habrá discusión en ningún centro gracias a una instrucción que pone negro sobre blanco lo que deben hacer los colegios cuando una familia solicite un menú alternativo por motivo religioso o cultural. Ya sea musulmán, adventista o vegetariano.

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