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Desabastecimiento

Las farmacias tienen problemas de suministro con casi 600 medicamentos

Presentaciones contra las migrañas y la trombosis son algunos de los más afectados por el desabastecimiento - Los boticarios dedican una quinta parte de su jornada laboral a buscar productos recetados que faltan en los almacenes

La empleada de una farmacia de València atiende a una clienta, ayer. Daniel tortajada

Adiro, Apocard, Orfidal, Serc, Dafiro, Mesalizina, Valsartan. Estos son algunos de los 277 nuevos medicamentos que han faltado en las farmacias valencianas desde principios de 2019; a fecha de ayer, los problemas de abastecimiento afectaban a 560 presentaciones de diversos productos, según los datos de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. En plena guerra de precios entre el Estado y las farmacéuticas, los medicamentos que más sufren de desabastecimiento en Valencia son el Trankimazin Retard 0,5 y el Adiro, este último empleado para prevenir las trombosis. También faltan fármacos como el Imurel utilizado en personas que han sufrido un transplante. Muchos de estos medicamentos, casi imposibles de encontrar en farmacias, son insustituibles.

En algunos establecimientos denuncian hasta 60 faltas diarias de productos que no llegan. «Intento pedir más productos de los que necesito para que no se note el desabastecimiento» denuncia la farmacéutica Elisa Alcayde. La aspirina, los anticoagulantes, y algunos productos para los mareos son los más buscados. «La mayoría de los antidepresivos se están dejando de proveer en el mercado», añade.

Varias razones

La falta de abastecimiento puede suceder por dos razones: «Que el fabricante tenga un problema de producción o que decida vender sus medicamentos a un Estado que fija los precios más altos», explica Vicente Colomer, secretario del colegio de Farmacéuticos de Valencia (Micof). El principal problema que afecta a la producción de fármacos son los índices de referencia. «Si Alemania y España están desabastecidos de un medicamento, la farmacéutica siempre va a escoger al Estado que fije los precios más altos, y en el caso de España, los índices de referencia son los más bajos de Europa», apunta.

Pepa Carreres, de la farmacia Bonet Vilar, denuncia que este es un problema que viene de largo: «Todos los años vivimos esta situación, y desde que comenzó el verano se ha ido agravando poco a poco, en diciembre llegó a ser incluso peor», lamenta. Y subraya que el desabastecimiento es un problema que se ha generalizado y puede afectar a cualquier fármaco.

La principal consecuencia de la falta de provisiones recae siempre sobre el paciente. Según Vicente Colomer, «muchos pacientes se ven obligados a hacer una peregrinación entre farmacias para encontrar la caja del fármaco que se les ha recetado». Aurelio Duque, presidente de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria alerta, por su parte, de que «el paciente con una enfermedad crónica que requiere un uso cotidiano de un determinado fármaco es el más afectado cuando hay un falta de abastecimiento de tres meses».

Según Duque, el desabastecimiento implica que se resienta toda la cadena, ya que hay ciertos medicamentos en los que no basta con consultar al médico de cabecera. «En el caso del Apocard, es necesario que el paciente se desplace al cardiólogo para encontrar un sustitutivo, lo que implica además que el profesional de la sanidad tenga que investigar para encontrar el producto adecuado, y después el paciente tenga que pasar por veinte farmacias para encontrar el nuevo fármaco», denuncia.

Para los farmacéuticos, el desabastecimiento también implica mucha más carga de trabajo. «Los trabajadores de las farmacias empleamos uno de cada cinco días, un 20 % de nuestro tiempo, en buscar medicamentos que tienen faltas o que están en desabastecimiento», señala Colomer. Y Alcayde denuncia que las farmacias están viviendo una situación «bastante crítica» provocada, sobre todo, por la bajada de los precios de referencia para muchos medicamentos que ha efectuado el Estado.

Sobre la situación de desabastecimiento, Colomer advierte que «el Gobierno tiene mucho por hacer y los problemas de abastecimiento de medicamentos se resuelven con medidas políticas». Las trabajadoras de la farmacia Bonet Villar insisten en que la situación de abastecimiento se ha vuelto muy difícil de predecir y no pueden garantizar el suministro de muchos fármacos de uso común: «Cada día es una sorpresa más, no sabes qué medicamento va a tener faltas o estar desabastecido».

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