De socio necesario para recuperar la Generalitat a partido al que aplicar la máxima de 'cuanto más lejos, mejor'. Alejada cualquier opción de reeditar un pacto a la andaluza y en un contexto político nacional de posible nueva contienda electoral, los populares valencianos quieren marcar distancias con Vox.
La dirección regional ya se quedó sola en la campaña electoral en su intento de no competir con Vox por el voto más escorado a la derecha, estrategia que hizo añicos el líder nacional del PP, Pablo Casado, con varios guiños que acercaron a ojos del electorado a ambas formaciones. El PPCV optó por una campaña más moderada, en busca del voto de centro aunque dispuestos a gobernar con Vox. Bonig dejó claro que veía factible un gobierno a la andaluza, incluso con Vox dentro del Gobierno.
Sin embargo, roto el espejismo y con cuatro años más en la oposición, el PPCV quiere distancia con la ultraderecha. Lo dejaron claro el martes al apoyar la decisión del presidente de las Corts, Enric Morera, de llevar a la fiscalía al partido de Abascal por presunto delito de incitación al odio a raíz de las preguntas para indagar sobre las ayudas a colectivos de LGTBI, así como la identificación de sus miembros.
Los populares optaron por cerrar filas con la izquierda y aislar a Vox. Ayer, la secretaria general del PPCV, Eva Ortiz, fue incluso más explícita al asegurar que en temas como el LGTBI, los populares están en las «antípodas» de Vox y que no iban a participar en esa forma de hacer oposición. Ortiz defendió la libertad de expresión y el derecho de Vox al control parlamentario, pero dejó claro que el PP no se sumará a esta causa.
Los populares valencianos creen que existe una serie de temas que pueden convertirse en «charcos» que en modo alguno ayudan en su estrategia de recuperar votantes de centro. Uno de ellos es todo aquello que tiene que ver con el colectivo LGTBI. Cabe recordar, no obstante, que el PPCV votó en contra de Ley integral del reconocimiento del derecho a la identidad y expresión de género, la conocida como ley trans. De hecho, motivaron el rechazo en que la ley se quedaba corta y sus enmiendas no habían sido aceptadas. La idea era no aparecer como un partido contrario a este colectivo.
En materia de violencia de género, el PP también ha tratado de no desmarcarse y se sumó al pacto valenciano contra el machismo, si bien no comparte algunas medidas. Lo mismo ocurre con las leyes de igualdad. Pero la idea de los populares es tratar de no hacer oposición con estos temas. No es la estrategia de Cs que ha arrancado con una batería de iniciativas que tienen que ver con las ayudas y la ejecución del pacto contra la violencia de género.
