El acuerdo de gobierno en la Diputación de València seguirá los mismos derroteros que en el Ayuntamiento de València. Las negociaciones se suspenden hasta la investidura del candidato, en este caso, el socialista Toni Gaspar. El PSPV busca garantizarse el apoyo de Compromís para hacer presidente al alcalde de Faura y después se abordará el tipo de acuerdo de gobierno y las áreas que podría gestionar cada uno.

Ayer se produjo la segunda reunión para abordar el pacto de gobierno. Ambos partidos miran de reojo lo que sucede en València, el tira y afloja entre Joan Ribó y Sandra Gómez, donde el de Compromís no cede la vicealcaldía, condición irrenunciable para la socialista.

En la corporación provincial la sartén la tiene el PSPV y ayer decidió suspender las conversaciones hasta que pase el pleno del día 10. Hasta entonces, solo espera la llamada de Compromís para confirmar que votarán a favor de la investidura de Gaspar, sin ningún documento firmado. Algunas fuentes aseguraron que la fecha del pleno es una excusa para dar margen a que se resuelva el conflicto en la capital y ver cómo es el desenlace. En función del resultado, se actuará de una forma u otra.

Lo que parece seguro es que Compromís apoyará a Gaspar en la investidura. A partir de entonces, se abre un abanico de posibilidades para gobernar. Ayer se deslizó la opción de la coalición, a priori la mejor vista por los dos partidos. Sin embargo, en función de lo que pase en la ciudad, el PSPV no cierra la puerta a gobernar en solitario con el apoyo de Compromís cuando sea necesario. «Todas las opciones están abiertas», señalaron fuentes conocedoras del encuentro.

En Compromís insisten en su voluntad de reeditar el pacto de gobierno de la anterior legislatura, al margen de lo que suceda en València. Son fieles al acuerdo que firmaron en 2015 y al modelo de gobierno que implantaron. Mientras, en el PSPV también mostraron su intención de reeditarlo, pero con condiciones. Por ahora no es momento de hablar de cómo se integra Compromís en el gobierno de la diputación y cómo se reparten las áreas de gestión. «Ese momento llegará a partir del próximo miércoles», señaló el secretario de Relaciones Institucionales del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, quien espera que Compromís les apoye de forma «sincera, responsable y sin condiciones como el PSPV ha hecho en otras instituciones», señaló.

Sintonía con las prioridades

Aunque el reparto de áreas y la participación de Compromís no se decidirá hasta pasada la investidura, ayer se pusieron en común las prioridades que debe tener el nuevo gobierno y en eso sí hubo sintonía. El «qué» está claro para ambos grupos. Se quiere concretar las posibles competencias que se pueden transferir a otras instituciones, aunque según fuentes de Compromís, el PSPV ha aflojado su interés por adelgazar la institución. La apuesta por la autonomía municipal se mantiene firme y se trabajará por simplificar las convocatorias para los municipios para hacer el reparto de ayudas más eficiente. La eliminación de los convenios singulares (las conocidas ayudas a dedo) es otra de las prioridades, como también exigía Compromís. La despoblación, el turismo rural y la igualdad de género seguirán siendo banderas de la corporación, como dieron por sentado ayer.

Al tiempo que se hablaba del futuro gobierno, los actuales diputados asistieron a un pleno extraordinario para aprobar todas las actas de anteriores plenos que quedaran pendientes y para aprobar la prórroga del plazo de ejecución de los proyectos SOM al 30 de abril de 2020, lo que da margen a los ayuntamientos para abordar las obras aprobadas por la diputación.