Hacienda ha puesto el punto de mira en sociedades festivas, asociaciones de vecinos y deportivas, fallas o fundaciones sin ánimo de lucro. La última campaña de la Agencia Tributaria tiene como objetivo las entidades que están en parte exentas de pagar el Impuesto de Sociedades. En este caso, hay algunas excepciones, como las entidades que organicen un evento por el que obtengan beneficio, como por ejemplo los puestos instalados en las calles durante las Fallas. De momento, se trata tan solo de un aviso.

Según José Antonio Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), esta campaña se enmarca en un criterio de la nueva dirección de la Agencia Tributaria. Para Mollinedo, el objetivo de esta medida es doble, por una parte mantener informadas a las asociaciones para que sepan que tienen que presentar esta información a Hacienda, y por otro lado agilizar el trabajo de la plantilla de la Agencia Tributaria. «No se les está pidiendo directamente que paguen el impuesto, sino que deben presentar información de sus beneficios e indicar de dónde proceden», remarca el técnico de Hacienda.

Para Juan Antonio Caballero, secretario general de la Confederació d'Associacions de Veïns i Consumidors de València (Cavecova) «es escandaloso que Hacienda ponga el punto de mira en las asociaciones de vecinos cuando son entidades con una finalidad social y que no tienen casi actividad económica». Aunque varias entidades locales reconocen no haber recibido notificación de Hacienda, ya están alerta sobre una medida que consideran «ridícula».

Desde otras entidades, como la Junta Central Fallera, matizan la importancia de la medida. «Es la medida habitual de cada año, donde se le notifica a algunas fallas, sobre todo a las más grandes, que deben pagar este impuesto».

Esta medida ha sido adoptada por la Agencia Tributaria al inicio de la campaña de recaudación del Impuesto de Sociedades, que se inició el día 1 de julio y continuará hasta el 25. Algunas asociaciones están exentas de pagar parte de este impuesto por no generar una gran actividad económica, otras sí deben pagar este tributo, pese a dedicarse a fines similares. La Agencia Tributaria ha decidido llevar a cabo esta medida que afecta a las entidades sociales y sin ánimo de lucro con el objetivo de aumentar la presión para que algunas no abusen de sus privilegios fiscales.

Cavecova insiste en su rechazo frontal a la medida, por considerarla «exagerada». «Me parece un gasto de fuerzas demasiado grande contra entidades que normalmente se mueven en círculos de precariedad económica», denuncia Caballero. Además, el secretario general remarca que estas sociedades, en su gran mayoría sin ánimo de lucro y de utilidad pública «han pagado siempre otros impuestos religiosamente como el IVA».

La ley dice que estas entidades están exentas de tributar cuando las rentas procedan de actividades que constituyan su finalidad específica. Tampoco deben hacerlo cuando el beneficio obtenido se destine a nuevas inversiones también relacionadas con su actividad. Sin embargo, Mollinedo asegura que hay determinados casos en los que sí que tienen que rendir cuentas con Hacienda. «Si un sindicato tiene una cafetería abierta al público debe declarar esos beneficios y presentar la información correspondiente. No es el mismo caso si se tratara de una cafetería con precios sociales y tan solo abierta para afiliados, cuyos beneficios repercutan a mantener el local».