El calor vuelve este primer fin de semana de julio al Mediterráneo, donde los termómetros registrarán hasta 40 grados en la Comunitat Valenciana. La máxima alerta es el aviso naranja por temperaturas de hasta 40 grados en el litoral de la provincia de València y por vientos de hasta cien kilómetros por hora y tormentas en el interior de Alicante y València. En la provincia de València se alcanzarán hoy registros «muy altos» de temperatura, avanzó ayer a Efe Fernando García, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), para recalcar que este episodio cálido «no reúne los requisitos necesarios para que se defina como ola de calor».

La Aemet mantendrá el aviso naranja (riesgo importante) durante todo el sábado por calor extremo en València por valores de 39 grados, e incluso localmente 40-41 grados. Los valores más intensos se anotarán en zonas interiores debido a que, cerca de la costa las temperaturas serán más suaves por la brisa marina. En Alicante y Castelló persiste la alerta amarilla (riesgo) por máximas que oscilarán entre los 36 y 39 grados. Por la noche, la temperaturas seguirán por encima de los 20 grados (noches tropicales) en Alicante y Castelló, donde los termómetros oscilarán entre los 20 y 23 grados. Durante la jornada de hoy, las tormentas y chubascos más intensos y acompañados de «rachas muy fuertes de viento», serán protagonistas en Alicante y València, en aviso naranja.

Mañana domingo, el calor comenzará a ceder y los avisos naranja por altas temperaturas se reducirán a Alicante y València en el conjunto de España; en Castelló continuará el aviso amarillo. Y la semana próxima comenzará con inestabilidad y un descenso de los termómetros. Lunes y martes también se prevé algún chubasco disperso y ocasional en la Comunitat Valenciana. A partir del miércoles, las máximas se recuperarán con valores normales e incluso superiores para la época.

Riesgo de incendios

Ante el pronóstico de calor para este fin de semana, la Aemet alerta de que el riesgo de incendios forestales se ha agudizado, en concreto, el nivel es «extremo o muy alto» en áreas de la Comunitat Valenciana.