«Universidades europeas» traerá mejoras para todos los miembros de las comunidades universitarias. Como explica Ana de Luis Margarit, decana de la Facultad de Veterinaria y Ciencias Ambientales de la Universitat Católica de València, «la primera ventaja es que el alumnado con experiencia internacional es más competitivo en el mercado laboral; además, también mejora la calidad docente, porque se aprenden nuevas estrategias, y las sinergias suelen acabar en acuerdos de investigación».
Beatriz Manrique, directora de la oficina Internacional de la misma universidad, asegura que los Erasmus están cada vez más demandados «por su atractivo y porque aporta mucho valor añadido al currículum», lo que también ofrecerán las alianzas, que crearán una tarjeta europea para los estudiantes y consejos académicos entre los socios.
Carles Padilla, vicerrector de Internacionalización y Cooperación de la Universitat de València, coincide en que las experiencias internacionales suponen «un plus para el alumnado, que se suma a los conocimientos».
Además de la investigación, y la libre circulación, otro de los objetivos de la iniciativa piloto es la simplificación de los trámites burocráticos y su digitalización. En este sentido, Padilla explica que van a tener que desarrollar «una gestión y administración 'sin papeles', compatible entre universidades». De hecho, la creación de estos «campus virtuales» es uno de los retos que más destaca Margarit: «hay que generar un sistema compatible a nivel administrativo e informático, unificado, para todas las universidades».
Esto último tiene mucha importancia, ya que el programa de la Comisión Europea exige que el 50 % de las «movilidades» sean «virtuales».
Reunión con el ministerio
La próxima semana, las universidades españolas del programa europeo mantendrán una reunión con el Ministerio de Ciencia y Universidades, para abordar los cambios que deberán realizarse en los próximos cursos. El ministerio ya colaboró con las instituciones en la fase de presentación de candidaturas.
