La rectora de la Universitat de València (UV), Mavi Mestre, alertó ayer de la «situación crítica» que viven las universidades valencianas debido a la falta de financiación y el evejecimiento de las plantillas. En su intervención en Los desayunos de la Agencia EFE, Mestre reclmó al Consell 300 millones de euros para que el funcionamiento de la UV sea el que corresponde a una entidad de esas características.

Según apuntó, el presupuesto que actualmente transfiere la Generalitat a las universidades públicas valencianas es el 91 % del que había en 2009, y en el caso de la Universitat de València es el 83,03 %, «aunque en la realidad sería mucho menos». La media estatal de caída de financiación entre 2008 y 2016 fue de un 24 % (un 17 % en la Comunitat Valenciana). Esa situación la comparó con lo que ocurre con otros países de Europa, donde los gobiernos han actuado de manera distinta. Francia, por ejemplo, ha aumentado sus presupuestos públicos para universidades en un 5 %, Portugal un 6% y Alemania, un 36%.

Para concretar más este asunto, mientras que en 2009 la transferencia ordinaria de la Generalitat Valenciana a la UV fue de 277 milloes de euros, en 2018 se había reducido a 230.

La rectora afeaba que, aunque se acordó un plan de financiación, «no se ha aplicado» y ahora la universidad no cuenta con ayudas económicas que antes sí tenía para el mantenimiento de sus edificios y su patrimonio histórico».

Mestre apunta que la práctica totalidad del dinero que le transfiere el Consell se destina a gastos de personal, a pesar de que en 2009 y 2010 iniciaron la implantación del Espacio Europeo de educación superior, que implicaba que las diplomaturas pasaban a grados, de 3 a 4 años, «sin ningún tipo de financiación».

También criticó que la Comunitat Valenciana fue de las autonomías donde más se incrementaron las tasas universitarias entre 2009 y 2013, en «plena crisis económica», hasta un 40 % y aunque han ido bajando progresivamente «deben seguir haciéndolo, pero para ello la Generalitat nos tiene que ingresar más dinero», insistía.

Por otra parte indicó que la edad media del profesorado masculino es de 52 años y el del femenino, de más de 48 años, y hay áreas de conocimiento donde el 100 % de los docentes tiene más de 65 años y un 80 % más de 60.

Recuerda que han solicitado al Gobierno la eliminación de la tasa de reposición para poder hacer «nuestra política universitaria y sacar las plazas sin restricción».