El cadáver de José Horacio G. H. de 66 años, fue hallado en la noche del sábado en el pasillo de su vivienda ubicada en la calle Teixidors de Ontinyent, con una herida en la parte izquierda del cráneo y junto a una silla rota que estaba en el suelo, cerca del cuerpo. Así lo confirmaron fuentes de toda solvencia a Levante-EMV, que añadieron que las autoridades tienen abiertas todas las líneas de investigación para esclarecer el fallecimiento de este vecino de la localidad valenciana de la Vall d'Albaida. La Policía Nacional investiga las causas de la muerte violenta de este hombre, que, según informó la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana, «fue encontrado con diversos golpes alrededor de las 23.45 horas del sábado».

De hecho, el levantamiento del cadáver se prolongó hasta la madrugada del domingo. Los primeros indicios apuntan a que la muerte «se ha producido por causas violentas, por lo que la Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido». Según comunicaron fuentes de toda solvencia a este periódico, la novia del hijo de la víctima acudió al domicilio de su suegro para hacerle una visita tras acabar su jornada laboral en un establecimiento cercano a la casa del finado. Al personarse en la vivienda le llamó la atención que la puerta estaba semiabierta, por lo que dedujo que algo extraño pasaba y decidió llamar a su pareja, hijo del fallecido. Según estas fuentes, la mujer no llegó a acceder a la escena del crimen. Una vez alertado el joven por su novia, el hijo del finado se personó en la casa y, tras comprobar lo sucedido, telefoneó a la policía local para dar parte.

Sin móvil, de momento

Posteriormente, la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación para tratar de determinar el móvil del asesinato y para esclarecer todos los pormenores del mismo. Fuentes de la Delegación del Gobierno de la Comunitat Valenciana confirmaron a este periódico que la policía mantiene abierta la investigación y que no descarta ninguna hipótesis.

José Horacio G.H. estaba separado, estudió en el Colegio La Concepción de Ontinyent y era aficionado al fútbol. No era conocido en el tejido asociativo del pueblo por pertenecer a ningún colectivo concreto ni tampoco a ningún club deportivo.