Gent de Compromís se despide. Cesa «indefinidamente en su actividad organizada a causa de la grave falta de democracia interna existente en Compromís». Así se recoge en el duro comunicado enviado ayer tras la asamblea celebrada el pasado sábado en València, en el que se habla incluso de «estafa» por creer que estaban en «un verdadero proyecto transformador valencianista, ecologista y de izquierdas para darse cuenta con el paso del tiempo de que forman parte de la misma vieja política». El hasta ahora coordinador de Gent, Víctor Arroyo, añadió: ha habido «una estrategia política para debilitarnos».

La llamada cuarta pata de la coalición, los afiliados directamente a la misma sin pasar por el Bloc, Iniciativa del Poble Valencià y Verds-Equo, se va con duras críticas a la dirección de estos tres partidos y, por tanto, a la ejecutiva de Compromís. Según reconoció ayer el excoordinador general de Gent, Víctor Arroyo, la comunicación era inexistente con los tres partidos y eso, en buena medida, «es un reflejo de como está la coalición».

Arroyo añadió que la disolución ha sido la única salida tras haberse dado «cabezazos contra la pared» porque nunca se les ha tenido en cuenta en la toma de decisiones, que venían «impuestas» por los otros tres partidos.

En el comunicado, la organización los acusa de haber impedido «sistemáticamente» que las personas directamente afiliadas pudieran disfrutar de los mismos derechos que el resto de militantes.

El misterio y el problema en torno a Gent de Compromís ha sido siempre saber realmente qué representa. Se calcula que son unas 200 personas, entre las que se encuentran los diputados Josep Nadal y Graciela Ferrer, aunque como reconoce Arroyo, «siempre se han mantenido al margen». Por su parte, Marián Campello y la concejala en València Isabel Lozano se pasaron al Bloc el año pasado. Joan Ribó lideró el movimiento inicial de los «adherits», pero se alejó cuando crearon una estructura.

La dirección de la coalición ha cuestionado reiteradamente que esta corriente se atribuya la representación de los afiliados directamente a Compromís. Ese magma sí es tenido en cuenta y, por ello, se le reservaron plazas en las listas electorales. Los alcaldes de València y Alzira, Ribó y Diego Gómez, entrarían en esa categoría, según fuentes oficiales. «Siempre hemos buscado el equilibrio», dijeron.