La consellera de Sanidad, Ana Barceló, afirmó ayer que las «controversias» originadas en el hospital de Alzira tras pasar a ser gestionado por la administración pública, «tienen que resolverse en el ámbito jurídico, no cabe otra cosa». Tras quince meses de gestión pública del hospital, anteriormente gestionado por la empresa Ribera Salud, los sindicatos han expresado quejas por considerar que tienen peores condiciones laborales que en la etapa anterior. «La finalización del contrato de concesión nos plantea una situación en la que tienen que convivir el derecho laboral con los estatutarios y los funcionarios, que tienen otro marco legal totalmente distinto», señaló.

Barceló subrayó en un Desayuno Socio-Sanitario organizado por Europa Press en Madrid, que esta situación no se debe a «decisiones políticas», sino a la finalización del contrato de concesión del hospital y actualmente se da la coexistencia de tres modelos laborales que están provocando controversias entre los trabajadores.

Además, Barceló mostró su «voluntad» de revertir la situación de la concesión del hospital de Dénia, que vence en 2023, y que, por lo tanto, quedaría «en manos de la concesionaria manifestar su voluntad de buscar posturas de acercamiento» que permitan llegar a un punto de encuentro.

Por otra parte, Barceló aseguró que el cierre de 3.000 camas en los hospitales de la Comunitat durante el verano es una «verdad a medias». Argumentó que no se pueden sumar el cierre de camas de todos los meses, ya que en julio el porcentaje es del cuatro por ciento, en agosto del cinco por ciento y en septiembre de entre el cinco y el seis por ciento. La cifra total de las 3.000 camas -que en su día dio el sindicato de enfermería Satse- es «equívoca porque hay que pensar en las camas que se cierran mes a mes».

Preguntada por las listas de espera, la consellera recordó la puesta en marcha de dos medidas para intentar paliar la situación. Por un lado, el autoconcierto, que supone realizar intervenciones quirúrgicas fuera de la jornada. Y, por otro, el plan de choque puesto en marcha a principios de año y que será evaluado la semana que viene para conocer las dificultades que actualmente existen para atender a los pacientes.

Prescripción enfermera

Sobre la polémica entre médicos y enfermeras por la conocida como prescripción enfermera de medicamentos, Barceló aseguró que la resolución aprobada por su departamento se ajusta al Real Decreto 954/ 2015 por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros. Esta medida aprobada por la comunidad valenciana ha sido criticada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, quienes rechazan la existencia del término prescripción enfermera y recuerdan que el uso, indicación y autorización por parte de los profesionales de Enfermería de determinados medicamentos sujetos a prescripción médica se debe desarrollar con un «marcado carácter colaborativo».

«A la Enfermería se le debía que pudiera también hacer la autorización de dispensación de medicamentos y de otros productos sanitarios que prescriben a personas mayores, con cronicidad y que presentan unas patologías que tienen que ver con productos sanitarios y no tanto con medicamentos», zanjó.