Representantes del ámbito universitario, empresarial y social se dieron cita ayer en la gala de los XXIII Premios Universidad-Sociedad que otorga el Consell Social de la Universitat de València, como reconocimiento a personas y entidades que trabajan en exportar todo lo que se aprende en las aulas y por aproximar el mundo universitario a la sociedad y economía valencianas. En esta ocasión, se reconoció en diferentes modalidades al doctor José Viña; a Pilar de la Oliva, presidenta del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana; a la editorial Tirant lo Blanch; a la Cátedra Würth EMC, que fue la primera internacional de la UV; así como la Unitat de Cultura Científica i de la Innovació de la Universitat.

Además, y como no podía ser de otra manera, el Consell Social también premió a estudiantes con ideas y proyectos innovadores, como Sonia Jiménez, Samuel López y Francisco Crespo; y a Daniel Pérez, premio Alumno Excelente de la UV, dotado con 1.000 euros.

Asimismo, también se destacó la dedicación y el trabajo diario de docentes como Laura Ballester Miquel (Economía Financiera); Francisco Grimaldo (Informática); Eva López (Derecho del Trabajo); Ana Isabel Lloret (Fisiología) y Alexandra Valencia (Didáctica de la Expresión Musical).

El acto contó con la presencia del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, además de la consellera de Participación Rosa Pérez, del presidente de la Fundación Adeit, Juan Manuel Pérez Mira, y de numerosos representantes civiles, militares, sindicales y de la comunidad universitaria.

Para Puig, tanto la UV como el resto de universidades públicas son «uno de los grandes activos del pueblo valenciano» y prometió que esta legislatura se abordará un nuevo marco financiero que llegará de la mano de una financiación autonómica más justa. Además, el presidente se congratuló de que al frente del Consell Social y de la Universitat haya dos mujeres, en referencia a la la presidenta del Consell Social, María Emilia Adán y a la rectora de la UV, Mavi Mestre. Mestre también tomó la palabra durante la entrega de premios y destacó la importancia de agentes sociales como los premiados «para crear buenos profesionales y mejores personas». Sobre los jóvenes estudiantes, la rectora defendió que «hay que conseguir que trabajen en lo que se han formado, si no, no aprovechamos bien el talento» y que hay que formar personas con valores «que ejerzan su profesión para mejorar la sociedad y la calidad de vida de las personas».

La rectora aseguró que siente que la UV «es querida y valorada por la GVA» y se comprometió a trabajar con el Consell Social para «mejorar la Universitat y acercarla y abrirla a la sociedad».

«Profetas» en la Universitat

El investigador José Viña aseguró que con el premio sentía «que soy profeta en mi tierra» y se definió como un «entusiasmado por la investigación y «obsesionado por saber qué hacer para mejorar el bienestar de las personas mayores».

Pilar de la Oliva, segunda mujer al frente de un Tribunal Superior de Justicia en España, quiso recoger su premio «en nombre de todas las compañeras juristas»; y Salvador Vives, director Tirant lo Blanch, recordó que la editorial, que ahora publica 250 libros,, lleva «toda una vida colaborando con la Universitat que, contra viento y marea, ha confiado en nosotros».

En nombre de la Unitat de Cultura Científica i de la Innovació, creada en 2002, recogió el premio su directora, Soledad Rubio, quien abogó porque «la investigación de la UV tenga la visibilidad que se merece». También fue aplaudido el galardón que recogieron los docentes, estudiantes y doctorandos reconocidos, así como José Gabriel Torres y Jorge Victoria, de la Cátedra Würth EMC, que apuestan por «empresas que se basan en las personas».