La Fiscalía Provincial de València ha incoado diligencias de investigación penal y procesales contencioso administrativas por el «alarmante descenso» de los niveles de agua del lago de l'Albufera.El ministerio fiscal señala como causante a la Junta de Desagüe, por lo que propone a la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental de la Generalitat Valenciana «la imposición de multas coercitivas».

Y da un paso más, al apuntar que en caso de persistencia en el incumplimiento de los mínimos marcados por la Conselleria de Medio Ambiente, y para poner fin de forma definitiva a la situación de daño medioambiental, se sustituya a la Junta de Desagüe en la gestión del manejo de las compuertas y el bombeo de las aguas.

Las medidas las justifica el fiscal portavoz en «la gravedad del daño al equilibrio y sostenibilidad medioambiental del lago, así como la persistencia y reiteración de los hechos». Como publicó Levante-EMV en exclusiva el pasado 1 de julio, durante varios días del mes de junio no se había respetado la directriz marcada por Medio Ambiente a finales de 2018 en cuanto a los niveles medios de la laguna y tampoco en los parámetros de flujo con el mar. Fue una denuncia de Francesc Baixauli, exalcalde de Silla, la que originó una primera investigación de la Fiscalía en 2016, que obligó después a la administración autonómica a tomar cartas en el asunto.

La Sección de lo Contencioso Administrativo ha remitido también testimonio a la Sección Penal de Medio Ambiente y Urbanismo, que ha incoado diligencias de investigación penal para «valorar la existencia de posibles responsabilidades penales». A tal efecto se han pedido informes a la Dirección del Medio Natural y Evaluación Ambiental, a la Oficina Técnica del Parc Natural de l'Albufera, al Ayuntamiento de València, al Ecotoxicólogo Forense del Instituto de Medicina Legal y al Seprona.

Medio Ambiente estableció en su día como nivel idóneo del lago un mínimo de cota de 10 centímetros sobre el nivel base en época de cultivo de arroz (1 de mayo a 31 de octubre) y de 25 centímetros durante la inundación invernal (1 de noviembre a 15 de enero). A partir del 15 de enero, las compuertas pueden abrirse de forma que el nivel del lago baje gradualmente hasta oscilar entre 5 y 10 centímetros sobre el nivel base a final de mes, y durante el resto del año, el nivel del lago debe estar entre 5 y 10 centímetros. La bajada del nivel del lago y la reiterada entrada de agua del mar aumenta el riesgo de salinidad, con un grave perjuicio para la biodiversidad de un enclave con muchos intereses.

El departamento que dirige Mireia Mollà optó ayer por la prudencia y esperar a la notificación oficial para las actuaciones que reclama Fiscalía. El concejal de Devesa-Albufera, Sergi Campillo, también estaba a la espera de consultar las diligencias fiscales.

Fuentes municipales, sin embargo, recordaban que el edil había advertido en reiteradas ocasiones a la Junta de Desagüe que se tenían que cumplir las normas impuestas por la Generalitat. Campillo, incidían desde el consistorio, ha mantenido un diálogo constante con los agricultores de la zona para explicarles la importancia de mantener unos caudales mínimos de agua y la obligatoriedad de cumplir lo establecido.