El popular Carlos Mazón fue investido ayer presidente de la Diputación de Alicante en el pleno de constitución que acogió ayer a unas 700 personas en el Palacio Provincial. En virtud del acuerdo entre PP y Ciudadanos firmado el pasado miércoles en Elx, Mazón se convierte en el máximo mandatario de la institución, sustituyendo a César Sánchez en el cargo, con el apoyo de los 14 diputados de su grupo y los dos de Ciudadanos.

Durante su discurso de investidura, Mazón destacó la labor de su antecesor y defendió la herencia de los anteriores presidentes. «La diputación resiste los avatares de la velocidad, de la moda y de lo efímero», aseveró. Valoró el acuerdo firmado con Cs, del que aseguró quiere «priorizar lo que nos une», dando importancia a la transparencia y el buen funcionamiento del organismo.

Anunció que pondrá en marcha políticas del agua, el apoyo a los municipios y a los valores medioambientales y se comprometió a buscar acuerdos. «No dejaré de buscar puntos de encuentros y consensos con PSOE y Compromís», aseguró. Centró su discurso en huir de las confrontaciones políticas y reveló que iniciará una ronda de contactos con los grupos políticos en todas las áreas de gobierno. De igual modo, propuso cambiar la manera de «relacionarse» con la Generalitat y desveló que había solicitado una entrevista «seria» con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para abordar cuestiones «concretas».

El jefe del Consell, que acudió al acto, también mostró su voluntad de entablar conversaciones con el nuevo presidente de la corporación para sacar adelante proyectos comunes.

El jefe del Consell destacó la importancia del «diálogo para trabajar juntos» y, según aseveró, «las instituciones estamos para ayudarnos y solucionar los problemas de los ciudadanos y no para confrontar».

El secretario general del PP, Teodoro García Egea, que también asistió a la investidura, defendió que la Diputación de Alicante «debe ser el dique de contención contra las políticas nefastas de Ximo Puig».