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Despistes mortales en el agua

Tres nuevos rescates este fin de semana se suman a las 39 atenciones realizadas por ahogamiento

Despistes mortales en el agua

En piscinas públicas y privadas, en la playa y en pantanos o lagunas. En agua dulce y salada. Pequeños y mayores. Hombres y mujeres. El agua es vida, pero también muerte. Y es que las actividades acuáticas son lo mejor del verano, aunque suponen un riesgo real que cada año, verano tras verano, se contabiliza en números. Uno más. Otro más. No hay tregua.

De hecho, este fin de semana efectivos sanitarios rescataron en la tarde noche del pasado sábado a tres personas con síntomas de ahogamiento en la piscina de una masía de Onda y en playas de Benidorm y Santa Pola. Sobre las 22.50 horas, los servicios de emergencias recibieron el aviso de que un hombre de 22 años presentaba síntomas de ahogamiento en la piscina de la masía, según el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU). También presentaba signos de ahogamiento un hombre de 70 años en la playa de Poniente de Benidorm. En tercer lugar, una bañista de 84 años fue atendida este sábado por síntomas de ahogamiento en una playa de Santa Pola.

Este fin de semana no ha habido que lamentar muertes y los tres atendidos fueron trasladados a los hospitales más cercanos. Los casos se acumulan en la estadística publicada por este diario el pasado jueves donde fuentes del Servicio de Emergencias Sanitarias (SES) de la Generalitat Valenciana cifraban en 15 las muertes por ahogamiento en la Comunitat Valenciana y en 24 los atendidos por ahogamiento (a los que habría que sumar estas tres últimas atenciones del pasado sábado).

La prevención es la clave para evitar cualquier suceso en el agua. Lo dicen y repiten los expertos años tras año. Si hablamos de ahogamietos en espacios acuáticos durante el verano, el imaginario colectivo sitúa como protagonista a un menor de corta edad. Pero las estadísticas dicen lo contrario y alertan de un peligro en el que no respetar las indicaciones de los socorristas, bañarse sin vigilancia o un exceso de confianza puede ser determinate con un dramático final. Eso sí, el colectivo más vulnerable en el agua son los bebés y los niños de hasta 5 años. No saben nadar (en algunos casos tampoco flotar) y eso hace que los adultos deban extremar las precauciones. Nunca hay que perdeles de vista. La alerta debe ser constante. Ese es el principal consejo respecto a los menores de edad. ¿Y los adultos? Los expertos apuntan a algo tan básico como «respetar las normas y no subestimar los riesgos».

Y es que según el Informe Nacional de Ahogamientos (INA) que elabora la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, en 2018 el perfil de la persona muerta por ahogamiento en un espacio acuático español fue «el de un hombre (77%), de nacionalidad española (75%), de más de 45 años (65,9%, aunque el 40,1% es mayor de 65), que muere en una playa (44%), o en cualquier caso en un lugar que carece de vigilancia (83%), entre las 10 y las 18 horas (60,3%)».

Sin estadísticas oficiales

El año pasado, la Comunitat Valenciana registró 37 fallecidos de las 372 muertes por ahogamiento registradas en todo el territorio español. Y eso que fue el 2018 fue el año con el menor número de muertes desde que en 2015 la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo comenzara a realizar este informe ante la ausencia de una estadística oficial. De acuerdo con las cifras, 2017 fue el año con más fallecidos (481), seguido de 2016 con 437 y de 2015 con 415, mientras que el pasado año fue el único que bajó de los cuatrocientos muertos.

Ambas entidades exigen campañas ministeriales que muestren los riesgos que conlleva el agua, especialmente entre los menores, con los que cualquier despiste puede ser mortal. También piden un registro «oficial» ya que las estadísticas ministeriales -que se elaboran con dos años de retraso- no diferencian entre los menores que se ahogan en una piscina o los que tienen un accidente con una bolsa de plástico. Por ello, las entidades piden estadísticas «serias» como las que realiza la Dirección General de Tráfico (DGT) con las víctimas en la carretera, en aras de concienciar a la población.

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