El abogado del exconseller Rafael Blasco, Javier Boix, ha criticado durante su alegato final la negativa de la Generalitat a aceptar las daciones en pago hechas por su defendido (la entrega del chalé de Aigües Vives, dos terrenos y un bajo comercial en València) al considerarlas "insuficientes" porque "no quieren recuperar el dinero, quieren venganza".

Boix, que también acepta el acuerdo de conformidad alcanzado con la Fiscalía Anticorrupción por el que admite los delitos de "asociación ilícita, malversación y prevaricación" ha concluido su informe definitivo asegurando que las acusaciones "han querido hacer prueba más allá de los hechos de conformidad, pero en relación a mi patrocinado no han probado nada», por lo que solicitó al tribunal de la sección quinta de la Audiencia de València que ha enjuiciado los hechos "una sentencia de conformidad conforme a derecho y no a la venganza, el populismo y el lío".

A pesar de que ha admitido los hechos, la defensa de Rafael Blasco ha planteado tres cuestiones previas en su informe que deberá decidir el tribunal en sentencia y que servirá para el probable recurso ante el Tribunal Supremo. Boix considera que este nuevo juicio es "causa juzgada" porque se dirimen los mismos hechos que en el juicio por la primera pieza, celebrado en 2014. También defiende que la responsabilidad civil por el desvío de las ayudas no se puede diriimir en este juicio, como solicita las acusaciones, porque "el tribunal de cuentas tiene prioridad, exclusividad y preferencia en la validación de la responsabilidad económica" como ya sucedió, recordó, en el juicio de la primera pieza. Y, por último, la vulneración de derechos por la división "perversa en piezas separadas" de la causa por el desvío de las ayudas a la cooperación.

El juicio por el caso Blasco continúa esta tarde con los informes definitivos de los abogados del empresario Augusto César Tauroni y el exjefe de área de Cooperación, Marc Llinares.