Se llamaba Sergio Requena, tenía Síndrome de Down y falleció el verano pasado, cuando estaba de campamento., cuando estaba de campamento Fue hallado muerto en una zona abrupta situada a pocos kilómetros de El Teuralet. Su pista se perdió tras una actividad de multiaventura. Sin embargo, los organizadores del campamento no se percataron de su ausencia hasta la hora de la cena. A las 23 horas avisaron al 112 de su desaparición. Al día siguiente, la Guardia Civil encontró su cuerpo sin vida en una zona boscosa. Fue el 24 de junio de 2018.

El caso tuvo gran revuelo mediático, pero cuatro meses después (4 de octubre) el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Xàtiva dictó auto de sobreseimiento provisional. La familia presentó recurso y el pasado 25 de julio de 2019 la Audiencia Provincial de Valencia reabre el caso, mantiene como investigadas a 6 monitoras por "homicidio imprudente" y declara el "sobreseimiento provisional respecto de los restantes investigados". Un año después de la muerte del joven, la familia exige responsabilidades y clama justicia.

En el auto de la Audiencia Provisional se especifica que los campistas "requerían de una supervisión constante, por mucho que en determinados ámbitos puedan desenvolverse de forma autónoma" ya que "se trabajaba con personas con unas capacidades especiales", así que "no puede descartarse que se encontrara insuficientemente supervisado".

Además, recalca que tampoco puede descartarse "la negligencia en la demora al detectar la ausencia de Sergio", por lo que "existe una negligencia en la organización y desarrollo de la actividad que puede resultar en la imputavción de personas determinadas". Esas personas los las 6 monitoras en las que ahora se centra la investigación.