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Agotada la matrícula para los estudios de Filología Catalana

La Universitat de València adjudica sus 70 plazas en la preinscripción universitaria de 2019-20 y la de Alicante adjudica las 50 que oferta

La Facultat de Filologia, en el campus que la UV tiene en la avenida Blasco Ibáñez de València. m. á. montesinos

Después de años difíciles, coincidiendo con la crisis, los estudios de Filología Catalana en la Comunitat Valenciana están de enhorabuena. En la preinscripción universitaria, la Universitat de València (UV) ha adjudicado sus 70 plazas disponibles y la Universidad de Alicante (UA), las 50 que oferta. No es la primera vez que esto ocurre, ya que el curso pasado la UV también adjudicó todas sus vacantes. Además, actualmente, cuenta con una lista de espera de 16 personas interesadas en cursar estos estudios universitarios.

Desde la Universitat celebran los buenos datos, que revelan que el interés por el grado se consolida. Jesús Jiménez, director del departament de Filologia Catalana de la Facultat de Filologia, Traducció i Comunicació de la UV, explica que hace años también se ocupaban todas las plazas, pero después «vino la crisis y la falta de políticas activas a favor del valenciano llevaron a una bajada importante de la matrícula, porque la gente pensó que era una titulación que solo ofrecía trabajo en el sector público, y eso también estaba de caída».

Hace dos cursos, ambas universidades empezaron a realizar acciones de promoción de este grado, y en 2018-19 han hecho campaña de forma conjunta, principalmente a través de las redes sociales. Este es uno de los factores del creciente interés por la titulación, según Jiménez, además de la colaboración de la Conselleria de Educación. Además, asegura que el tercer factor y el «más importante» es la alta tasa de empleabilidad. «Siempre ha tenido mucha ocupación, incluso en los años de la crisis, porque había pocos estudiantes y muchas jubilaciones... acabar Filología Catalana significa tener trabajo fácilmente y durante el curso nos llaman muchas instituciones con ofertas...», garantiza.

Entre las puertas que abre, las más importante son las del sistema educativo; de hecho, el curso pasado, la conselleria tuvo que habilitar la bolsa de urgencia por falta de profesores de Valenciano en Secundaria. Asimismo, el director del departamento detalla que el mundo editorial también reclama graduados en Filología Catalana; y otra salida laboral es en asesoramiento lingüístico, tanto en instituciones como en medios de comunicación, aunque en menor medida en este último caso. Según detalla Jiménez, una opción menos conocida pero igual de interesante es la posibilidad de ser lectores durante dos años, es decir, impartir clases de lengua y cultura en universidades del extranjero. «Hay salidas más variadas de lo que la gente piensa», resume.

«Estamos contentos, porque antes se daba la situación de que la sociedad reclamaba profesionales y no había, y eso es un lujo que no nos podemos permitir. El mercado laboral necesita que los profesionales estén bien formados y, si hay demanda, nuestra función es cubrirla», apunta. Asimismo, destaca que «para los valencianos, es importante que haya docencia sobre lengua y literatura valencianas».

La mayoría de las personas que han obtenido una plaza en la UV habían solicitado esta carrera como primera opción y acceden a la universidad por primera vez. Entre los estudiantes, todas las promociones también suele haber titulados de otras filologías, pues comparten un 40 o 50 % de los créditos.

Desde el departamento, y como se ve en los vídeos promocionales, explican que el alumnado es «muy diverso», y que hay tanto valencianoparlantes como castellanoparlantes: «Como muestra, yo mismo soy de Castilla la Mancha», revela Jesús Jiménez.

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