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El síndrome de Diógenes digital

Asociaciones de adicciones tratan los primeros casos de pacientes que acumulan archivos basura en sus dispositivos electrónicos y que sufren ansiedad a la hora de eliminarlos - Los psicólogos hablan de un trastorno obsesivo por inseguridad

El síndrome de Diógenes digital

Si usted sufre al eliminar archivos de su móvil o tablet (desde fotografías a música, de libros a memes, de vídeos a guasaps, gifs y mails), padece síndrome de Diógenes digital. Aunque los manuales de psiquiatría aún no hilan tan fino como para enmarcar este comportamiento dentro de las patologías mentales, los psicólogos catalogan este comportamiento acumulativo de cantidades ingentes de basura digital en los dispositivos electrónicos como un trastorno obsesivo por ansiedad que tiene que ver con la inseguridad y la necesidad de tener en el móvil y la tableta un orden que la persona es incapaz de imprimir a su vida real.

Los afectados prefieren contratar más espacio en la nube y comprar más dispositivos de almacenamiento (tarjetas de memoria o discos duros) antes que borrar los archivos que nunca utilizan. Solo pensar en destruirlos les produce un nerviosismo incontrolable por si lo necesitan en algún momento.

Asociaciones de adicciones de la Comunitat Valenciana empiezan a tratar los primeros casos. La Fundación Noray Proyecto Hombre ya ha tenido al menos un paciente con este síndrome, «un chaval que estaba mucho tiempo en casa sin salir con pensamientos recurrentes de guardar cosas», señala el psicólogo Nicolás Condés. A esta fundación llegan cada vez más casos de pacientes jóvenes por abuso del móvil: uno de cada cinco adolescentes que atienden necesita atención por un tratamiento abusivo de las nuevas tecnologías y las apuestas online principalmente. El psicólogo aclara, no obstante, que todo lo relacionado con el móvil está aún en un hilo a la hora de diagnosticarlo como patológico. «La Organización Mundial de la Salud parece que va a incluir la adicción a los videojuegos pero no aparece nada del abuso de la tecnología ni en el manual americano ni en el europeo de psiquiatría. Aún no se le pone nombre».

También el psicólogo Antonio Castaños, de la asociación Vida Libre de afectados por la ludopatía y otras adicciones, incide en el vacío sobre este asunto en los manuales de referencia. «Otros trastornos ya reconocidos pueden acompañar a éste que se plantea, como el de afectados por el juego, que incluye las apuestas 'online'. Pero tiene lógica que en algunas personas se pueda producir este síndrome, otra cosa es hablar de trastorno mental en lugar de abuso».

Desde la Fundación para el Análisis, el Estudio y la Prevención de las Adicciones, el psicólogo Enrique Madrid no ve problema alguno cuando se acumulan cosas «por si acaso» en un espacio intangible como el digital, donde no existe la sensación física y visual de lo que ocupa lo que se descarga de internet. Pero sí ve Diógenes patológico cuando el usuario es incapaz de tirar y borrar los archivos. «En cierta manera te deshaces de una parte de ti. Se establece un apego emocional, como si fuera un tesoro, a las fotografías o las canciones, y no quieres prescindir de ese recuerdo». En estos casos, recomienda como pauta borrar todo lo que no sea revisado en un año.

En su opinión, este tipo de trastorno digital no llega al punto de gravedad del Diógenes convencional, patología que en ocasiones toca lo psicótico, pero sí conlleva una ansiedad que se gestiona con la acumulación de archivos. «Da seguridad a los pacientes y tapa problemas como la soledad o el no saber relacionarse bien. Lo viven como un trabajo, dedican un montón de horas a bajar canciones y otras cosas de internet, y a ordenarlo, el orden que seguramente no pueden dar a sus vidas».

La fundación Noray trabaja con los pacientes jóvenes en limitar el tiempo de uso de los dispositivos, ya que un manejo exagerado suele provocar reacciones agresivas cuando se les priva de ellos, sobre todo en el caso de los chicos, mientras que las adolescentes se sobrepasan con las redes sociales. En estos casos, trabajan junto a las familias para cambiar los hábitos: una extralimitación con los dispositivos móviles resta tiempo de sueño y estudio.

Daniel Lloret, profesor de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández y especialista en adicciones, considera que, más que una patología, guardar gran cantidad de basura en los dispositivos electrónicos puede ser un síntoma de un comportamiento poco útil o ineficaz ya que precisamente lo que se busca con ellos es tener la información a mano: quienes padecen el Diógenes digital acumulan tantas cosas que se pierden buscándolas. «Otra cosa es que sea parte de una constelación de síntomas. Habría que ver si ese tipo de conducta obedece a un patrón más patológico», explica el profesor.

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