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Negociaciones

Desagravio a Compromís tras semanas de ninguneo

Sánchez resarce a la coalición con una cumbre «bilateral» en València que deja a la formación que lidera Oltra a un paso del «sí» Las exigencias están satisfechas y salvo sorpresa habrá acuerdo

Oltra y Baldoví llegaron puntuales a la reunión con Sánchez, Ábalos y Puig. germán caballero

Llevaba semanas el PSOE ninguneando a Compromís. Antes de la fallida investidura ya dio largas a la exigencias de la coalición valenciana e incluso durante sus discursos en el Congreso, Pedro Sánchez apenas se detuvo en las reclamaciones de Compromís. Ni les pidió el voto a favor. Tampoco era sustancial, porque la clave estaba en Podemos, pero chocó en la coalición que el jefe del Gobierno se empeñara más en buscar la abstención de la derecha (PP o Ciudadanos) que en pedir el sí a las fuerzas que lo llevaron a la Moncloa al apoyar la moción de censura. Compromís se sintió muy molesto con el trato. El diputado Baldoví y algún cargo más de Compromís llegaron a reclamar al presidente en funciones más humildad.

Además, hace algo más de una semana, en una entrevista en este diario, el número dos de los socialistas, el ministro José Luis Ábalos, arremetía de nuevo contra Compromís y le recordaba que aunque se presente como el único defensor de los intereses valencianos su peso es un diputado de 31 valencianos con escaño en el Congreso.

Por eso, lo de ayer fue un desagravio en toda regla. Con el gesto, Sánchez buscaba rebajar el descontento de Compromís y de paso meter presión a Unides Podem con vistas al mes de septiembre, donde ya solo habrá espacio para un gobierno de los socialistas a la portuguesa (con apoyos puntuales en el Congreso) o el inicio de una nueva campaña electoral, porque cualquier opción de acuerdos de gobierno de coalición con la formación de Pablo Iglesias está totalmente descartada.

En el hotel más cercano al AVE

Ahora, Sánchez resarce a Compromís. Lo hizo ayer con una cumbre bilateral en un hotel de València a escasos minutos de la parada del AVE en el que llegó sobre las cinco y media para entrar directo a la reunión. Un encuentro cuya gestación habían cerrado días atrás Ábalos y Baldoví y que permite a la coalición cobrar cierto protagonista en la negociación de la investidura tras haber quedado en tierra de nadie con el «no» a Sánchez que decidió en su día la ejecutiva. Por eso, tanto Joan Baldoví como Mónica Oltra remarcaron ayer varias veces el valor político que tiene el gesto de Sánchez de desplazarse a València.

Un gesto que en Compromís valoran porque supone empezar por la coalición y en València la ronda de consultas que Sánchez va desarrollar en agosto por diversos territorios, entre ellos el País Vasco para reunirse con el PNV a finales de mes. La Comunitat Valenciana es la mayor autonomía que gobiernan los socialistas y en ella Compromís es socio preferente de los socialistas y por eso Sánchez ha elegido que fuera la primera de su recorrido para tratar de presionar a Iglesias y buscar apoyos a una posible nueva investidura.

Habrá que esperar unas semanas, pero lo sustancial tras el encuentro de ayer es que Compromís está ahora más cerca del sí. De no torcerse la negociación, en el PSOE también trasladan que hay acuerdo en lo esencial, Baldoví propondrá el voto a favor en una futura reunión de la ejecutiva de Compromís porque las exigencias de la coalición están aceptadas por los socialistas.

De hecho, la gran mayoría de ellas (financiación, mecanismos para garantizar ingresos que palíen la falta de recursos, fondos para la dependencia...) son también reclamaciones que comparten los socialistas valencianos.

Con el sí cercano solo queda que los socialistas pongan negro sobre blanco (de la reunión de ayer sale un borrador) el sí a las reclamaciones de Compromís. Allí aparecerá la financiación autonómica, con el compromiso de que en un plazo máximo de ocho meses el Gobierno presente una propuesta o la exigencia de que se aligere la deuda valenciana o más dinero para la dependencia.

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