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Laboral

Un joven muere en San Vicente del Raspeig en su primer día de trabajo

La familia lo atribuye a un golpe de calor aunque la empresa lo niega y habrá que esperar a la autopsia

Un joven muere en San Vicente del Raspeig en su primer día de trabajo levante-emv

Dolor y estupefacción a partes iguales se han combinado tras el fallecimiento de Miguel Ángel Muñoz, un vecino de San Vicente del Raspeig a quien familiares y amigos dieron ayer por la tarde el último adiós. El hombre de 34 años murió el lunes después de haber estado ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Sant Joan d'Alacant desde el viernes cuando sufrió un desvanecimiento a las pocas horas de comenzar a trabajar como peón de almacén en la empresa Bonnysa de Mutxamel. Da la casualidad de que además era su primer día de trabajo. La familia apunta a un golpe de calor como la causa de su fallecimiento.

El hombre comenzó a sentirse mal durante la jornada laboral y se lo comunicó al encargado. Ya en el vestuario se desplomó y fue trasladado hasta el Hospital de San Juan donde ingresó el viernes y finalmente moría el lunes de un fallo multiorgánico.

La familia sostiene que el joven murió a causa de un golpe de calor. Sin embargo, desde la empresa advierten de que no consideran el fallecimiento como un accidente laboral y explican que las condiciones de trabajo eran adecuadas en el momento en el que el hombre empezó a sentirse mal. Por su parte, la Conselleria de Sanidad se mantiene prudente para determinar las causas de la muerte que, indican, revelará la autopsia. Los resultados se conocerán en un mes.

Desde la empresa reconocen la consternación que hay entre los compañeros por el fallecimiento del operario recién incorporado a la factoría, pero insisten en que la muerte no se debe a un golpe de calor. Explican que el hombre había comenzado a trabajar el jueves en el turno de noche como peón en los almacenes de la empresa y que a las pocas horas de iniciar su actividad es cuando se sintió indispuesto.

El trabajador «comentó que se encontraba mal y se lo dijo a su superior. Lo acompañaron al vestuario y le dijeron si le llevaban al centro de salud. Estaba aturdido y tenía temblores. En el vestuario se desplomó. Llamamos a la Guardia Civil y al Samu y fue trasladado al Hospital», relatan fuentes de Bonnysa.

Añaden que el fallecido estaba trabajando en el almacén que cuenta con un control externo a través de una certificación del Invassat que indica que no hay estrés térmico. Desde la empresa añaden que en el recinto la noche del jueves «no se superaban los 28 grados de temperatura». Añaden que los operarios tienen a su disposición fuentes, ventiladores y está adecuado el trabajo a las condiciones climáticas.

A su vez, advierten de que por el momento desconocen las causas del fallecimiento y hacen hincapié en que «respetamos lo que quiera decir la familia. Pero en ningún caso tiene que ver con un accidente laboral». Explican que los sistemas de ventilación funcionaban.

El fallecido estaba estudiando oposiciones para ser profesor de Secundaria y preparaba un viaje a Japón el mes próximo.

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