La posible aplicación de un impuesto a las pernoctaciones turísticas en la Comunitat Valenciana como tienen otras autonomías como Cataluña y muchos países de nuestro entorno sigue generando reacciones. Mientras, en los partidos del Pacte del Botànic ya son mayoría los que quieren impulsar la denominada tasa turística, Podemos la apoya abiertamente y también muchos cargos de Compromís, como el alcalde de València, Joan Ribó, o el síndic en las Corts, Fran Ferri, en el PSPV, que hasta ahora se ha posicionado en contra, también hay cargos que se muestran favorables.

Es el caso del concejal de Hacienda en el Ayuntamiento de València, Ramón Vilar, que ayer aseguró a este diario su disposición a apoyarla siempre que sea voluntaria para los ayuntamientos y que no se aplique de forma conflictiva. Hasta el momento, tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, se han mostrado reacios, aunque por ejemplo el conseller de Hacienda, Vicent Soler, siempre ha sido partidario de no demonizar la tasa porque se aplica con éxito en otros territorios.

El jueves, la vicepresidenta, Mónica Oltra, llegó a asegurar que ya está en estudio por parte del Consell en una primera fase, aunque añadió que es un tema con muchos matices que debe ser estudiado y reflexionado y ayer, el presidente Puig preguntado en Castelló señaló que el Botànic «dialogará con sensatez» con los sectores afectados. Añadió que no hay ninguna tensión en el Consell, aunque sí opiniones diversas sobre ello. No será solo diálogo político, sino también con los sectores afectados y pensando en el interés general», dijo.

Ayer, el concejal de Hacienda en València, Ramón Vilar, señaló que lo que se necesita es que la aplicación de la tasa turística se haga de forma muy flexible para que cada ayuntamiento pueda adaptarse si así lo decide. En su opinión es interesante porque se generaría un impuesto finalista que se destinaría a potenciar «un turismo más deseable, como por ejemplo invertir en museos o en el turismo de congresos, en el cuidado de las playas o en las Fallas que son nuestro gran evento», señaló el concejal. Los socialistas valencianos ya llevaban en el programa electoral un impuesto de sostenibilidad turística y creen que es posible también aplicarlo a los cruceristas con un pago por el desembarco en la ciudad.

Català rechaza «imposiciones»

Mientras, la concejal del PP en el Ayuntamiento de València, María José Catalá, acusó al consistorio de querer imponer una tasa turística después del que ha sido un annus horribilis para el sector hostelero debido a los efectos «devastadores» del cierre de playas y del temporal de Semana Santa.

Catalá cree que la tasa turística no es nada conveniente. «Parece que al alcalde de València, Joan Ribó, y a la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, no les parece lo suficientemente grave la situación de la hostelería valenciana que además quieren imponerles una tasa turística», añadió ayer la concejal en València.

«Es una medida que debe tomarse de forma consensuada con el sector y más cuando estamos hablando de un impuesto que va a gravar su actividad», señaló la también diputada autonómica.