?Buenas noticias tras el incendio de julio en Beneixama. Ardieron 862 hectáreas, 90 % en suelo público, de las que 268 ha eran arbolado adulto de repoblaciones de los años 60/70, 250 ha pastizales, 348 ha matorral y 7 ha de cultivo. Un desastre ambiental que, no obstante, se recuperará bien, según el CEAM. La zona presenta una buena capacidad de regeneración de la vegetación. En el trabajo de campo no se han detectado zonas especialmente vulnerables a procesos erosivos postincendio salvo en situaciones puntuales como laderas de alta pendiente, fondos de barrancos y cultivos abandonados, estos últimos ya degradadas con anterioridad al incendio. En estas zonas se recomienda la realización puntual de actuaciones de control de la erosión. En laderas con elevada pendiente, con presencia de pinar con diámetro y distribución de troncos adecuados, se podrían realizar fajinas y albarradas de contención de la erosión. Para garantizar su funcionalidad los técnicos recomiendan su ejecución con estrictos controles de calidad. Igualmente, en las laderas de alta pendiente sería recomendable realizar un apeo controlado y troceado de los troncos de gran tamaño para evitar problemas erosivos. F. J. B.
