Como dos gobiernos en igualdad de plano, el presidente de la Diputación de Alicante, el popular Carlos Mazón, fue recibido ayer en la sede del Gobierno de Murcia, el palacio de San Esteban, por el titular del ejecutivo autonómico, Fernando López Miras, en un encuentro entre representantes de dos administraciones y territorios distintos que según fuentes del Consell resulta verdaderamente inusual.

Pero lo que preocupa al Consell no es tanto el encuentro, sino lo que detecta tras él, que el PP de Alicante suma por interés partidista sus fuerzas con el de Murcia (que gobierna que el apoyo de Ciudadanos y Vox) para reabrir la guerra del agua contra el Gobierno de España como ya hicieron en los tiempos de Rodríguez Zapatero.

El secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural de la Generalitat, Francisco Rodríguez Mulero, evitó ayer hablar de deslealtad pero aseguró en declaraciones a Levante-EMV que para velar por los intereses de los alicantinos en temas de agua ya está el Consell por lo que consideró un «sinsentido» que Mazón y López Miras se reúnan para hablar de temas hídricos. Y más que lo hicieran en el día en el que se ha autorizado un trasvase de 20 hectómetros cúbicos del Tajo al Segura. Mulero asegura que el Consell trabaja en la defensa de los intereses de los agricultores alicantinos y lamenta que los populares quieran reabrir la guerra del agua, por lo que recuerda al presidente de la Diputación de Alicante que no tiene competencias en materia hídrica.

Pero tanto Mazón como López Miras detectan una deriva en la política hídrica y aseguran que existe «desasosiego» por las recientes medidas de la ministra para la Transición Ecológica en funciones del Gobierno de España, Teresa Ribera, que va a permitir que los municipios ribereños entren en la Comisión de Explotación del trasvase, de forma que las otras administraciones diluirán su peso. «No cederemos ni un milímetro y cada gota de agua que nos quieran quitar lo compensaremos con gotas de sudor, de sangre», aseguró el popular Mazón tras el encuentro en el que se conjuraron para evitar la «muerte del trasvase». Miras aseguró ayer que convocará al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y al de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, a defender el Tajo-Segura.