La implantación de la ley antitabaco en 2005 ayudó a que la gente tomara conciencia y facilitó que algunos de los adictos al tabaco dejara de fumar viendo las complicaciones que había para hacerlo en restaurantes y sitios cerrados. Esa primera acción disuasoria de la ley parece haberse diluido y los especialistas piden seguir aplicando mano dura contra el tabaco para contener el -imparable- aumento de las cifras del cáncer de pulmón, directamente relacionado con el consumo de tabaco.
«Hay que endurecer la ley. Ni terrazas semiabiertas ni cerradas, ni jardines. No se está haciendo nada más y cada vez hay más enfermos de cáncer y sobre todo mujeres», reivindica el catedrático en Oncología, Carlos Camps, jefe de Servicio en el Hospital General de València y vicepresidente del Grupo Español de Cáncer de Pulmón.
Las cifras están ahí y siguen creciendo gracias a la incorporación de la mujer al mundo del tabaco. «Hace unos años se diagnosticaban unos 1.500 casos al año de cáncer de pulmón en mujeres, ahora vamos por 6.000 al año y llegará el día en que superarán a los hombres. Es lo que pasó en Estados Unidos. Hay que actuar y endurecer la ley», insiste Camps que también pide medidas de educación «y concienciación» sobre lo que implica fumar y «ayudas» para la deshabituación tabáquica ya que, al fin y al cabo, se está hablando de una adicción.
«Si tú prohíbes pero no convences no estás haciendo nada ya que buscarás la fórmula para seguir eludiéndolo», añadió.
Según las cifras de la Conselleria de Sanidad, el 19,9 % de los adultos mayores de 16 años se declara fumador habitual, un porcentaje al que se ha llegado gracias a iniciativas como la ley antitabaco: en 2005 el porcentaje era diez puntos más alto, un 30,9 %.
La cifra, sin embargo, no baja de ahí e incluso se ha alertado de un repunto en el último año. La consecuencia directa son el cáncer de pulmón y el resto de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco: el tabaquismo deja 5.807 muertes anuales en la Comunitat Valenciana, aproximadamente un 13 % del total de todas las muertes que se registran entre personas de 35 años o más.
Los especialistas alertan, además, que cada año los jóvenes se inician antes en el tabaco, sobre todo las adolescentes, antes de los 14 años.
