El secretario electoral del Partido Popular, el diputado valenciano Vicente Betoret, aseguró ayer que la relación entre la dirección nacional de Pablo Casado y la autonómica de Isabel Bonig es «fluida» y «buena», por lo que descarta un cambio de nombres al frente del PPCV a corto plazo y recalca que será en el congreso regional, que se celebrará en 2020 o 2021, cuando la militancia decidirá si se mantiene o no a la actual presidenta.

«No estamos ahora en eso», defiendió en una entrevista a Europa Press, para sostener el liderazgo de Isabel Bonig, con la que en el pasado estuvo enfrentado y era uno de los críticos, pues Bonig defendía a su candidata Mari Carmen Contelles para que liderara la provincia de Valencia, donde Betoret aspiraba a repetir. Este aval a Bonig de uno de los hombres de confianza de Casado para descartar un adelanto congresual, choca con los planes de los críticos con la lideresa (con el expresidente Francisco Camps ovacionado) que en julio escenificaron su oposición, tras el fracaso electoral en las autonómicas de mayo, en una cena de la «vieja guardia» que animó a los díscolos para «reconstruir» el PP valenciano.

Pero Betoret sostuvo que en el futuro cónclave será cuando «cualquier afiliado que tenga interés se podrá presentar y el resto elegirá quién debe representar al PPCV», con lo que «la mayoría decidirá si Bonig sigue como presidenta y, si no, otra persona». «Pero no creo que ahora mismo sea algo que vayamos a abordar en breve», insistió para descartar cualquier estrategia de adelanto congresual.

De esta manera, garantizó que «las renovaciones, si se tienen que producir, vendrán por el cauce ordinario» del congreso. También apuntó que «ni se ha valorado» que la dirección del PP pueda establecer un candidato previamente: «No estamos ahora en eso; estamos en conseguir que la legislatura eche a andar, sobre todo en España».

Eso sí, garantizó que «al final, todo el mundo trabaja con la mejor de las intenciones y el objetivo común de mejorar la situación del PP». Por eso dijo que otra de las metas es «que vuelva a ser un partido ganador en la Comunitat Valenciana, un partido que gana elecciones y está preparado para gobernar la Generalitat, todos los ayuntamientos y las tres diputaciones. Ese es el partido en el que todos pensamos; es el interés que tenemos todos», exclamó.

Precisamente sobre las diputaciones, Betoret destacó que el PP haya logrado mantener la de Alicante, ahora con Carlos Mazón al frente, «una persona que tiene experiencia en la gestión, ha sido director general y diputado y va a ser un grandísimo presidente». En Castelló lamentó que el PP haya «perdido la mayoría solo por un voto», y que en Valencia no se hayan logrado «suficiente» respaldo para «ser alternativa». «Tenemos que rearmar el partido para que en las próximas elecciones tengamos el mayor número de alcaldes», reivindicó.

En clave autonómica, tras el segundo Botànic con PSPV, Compromís y Unidas Podemos, Betoret sostuvo que «en algún momento empezarán a tener problemas». «No nos van a aprobar ninguna ley, como la pasada legislatura», criticó, aunque confió en que sus compañeros de Les Corts «se van a dejar la piel». «Venían a rescatar personas y no decían que era a las personas de los partidos del Botánic; lo hicieron la pasada legislatura y ahora lo exageran un poquito más», afeó al hilo de la expresión que utiliza la vicepresidenta Mónica Oltra. A nivel local, en el Ayuntamiento de València, auguró «una legislatura de desencuentros» entre Compromís y el PSPV, que llevarán a que María José Catalá sea la próxima alcaldesa «sin duda».