Se ha avanzado mucho en los últimos 14 años para proteger a los fumadores pasivos pero, aún así, un 11 % de valencianos reconoce que aún está expuesto al humo del tabaco en lugares cerrados. Es una de las conclusiones de la Encuesta Nacional de Salud de 2017, la última que el Ministerio de Sanidad tiene disponible. En plena polémica por si ha llegado el momento de endurecer todavía más la ley antitabaco y ampliar a otros espacios públicos y privados la prohibición de fumar (como en playas o en el interior de los coches cuando hay niños); el humo sigue llegando en lugares cerrados a un 6,6 % de la población valenciana, aunque menos de una hora al día.
El porcentaje baja al 4,38 % para los que aseguran estar expuestos al tabaco en lugares cerrados entre una y cinco horas al día. Eso sí, el 88 % de la población valenciana dice que nunca o casi nunca están expuestos al humo del tabaco, por encima de Andalucía donde contesta así un 79 % de la población pero lejos del 96 % de canarios que dicen estar libres de malos humos en los lugares cerrados siempre o casi siempre.
La gran mayoría de estas exposiciones al humo proceden del ámbito privado ya que en el público la aplicación de las restricciones de la ley antitabaco suele observarse en gran medida. Aún así todavía hay incumplimientos: en la Comunitat Valenciana se han impuesto en los tres últimos años 817 denuncias por incumplir la ley (ya sea por publicidad, venta o consumo) y el propio Consell ha reconocido que en la comunidad hay «graves incumplimientos» de la normativa en lugares «difíciles» como las terrazas de bares y restaurantes casi cerradas o carpas, un verdadero punto ciego para establecimientos y fumadores.
El Ministerio de Sanidad ha puesto el foco en que se cumpla estrictamente la ley en estas instalaciones y, según la Conselleria de Sanidad, desde el pasado 31 de mayo se han intensificado las inspecciones para controlar esta relajación en la aplicación de la ley aunque todavía no hay datos al respecto.
Más a partir de octubre
Las terrazas son, precisamente, uno de los espacios que más denuncias generan, sobre todo a partir de octubre según la administración ya que es entonces cuando las instalaciones desmontables que ponen en la calle bares y restaurantes se cierran para evitar las inclemencias del tiempo. Cuando tienen techo y dos paredes aún se puede fumar en ellas pero, con una pared más, ya no.
Según los datos oficiales, en 2016 las direcciones territoriales de la Conselleria de Sanidad tramitaron 184 denuncias; 343 en 2017 y 390 en 2018, más del doble que solo dos años antes. La mayoría se inician por parte de la Policía Local o de la Autonómica cuando reciben una denuncia o encuentran un incumplimiento y menos llegan a través de las inspecciones higiénico sanitarias que pasan los locales o de denuncias de particulares.
Las sanciones por permitir fumar donde no se debe son, inicialmente, de 1.500 euros, multa que llega al grado máximo (de 6.000 a 10.000 euros) cuando es por vender tabaco a un menor.
