La dirección nacional del PP ha registrado la marca Comunitat Valenciana Suma para posibles confluencias con Ciudadanos, una estrategia de ámbito nacional cuyo objetivo es extender la experiencia de Navarra al resto de territorios. En total, el secretario general de los populares, Teodoro García Egea, ha registrado un total de 19 marcas: España Suma y 17 adicionales, una en cada comunidad autónoma, incluida Navarra y la local, Murcia, Suma.
La acción popular, cuyo destino final es la refundación del centro derecha, choca con la propia voluntad de Ciudadanos, a quien va dirigida la oferta. La formación que lidera Albert Ribera se muestra reacia a sumar su suerte electoral a la del PP, pero de forma especial en la Comunitat Valenciana donde la rivalidad entre ambos partidos es clara. Ambos partidos compiten por espacios electorales similares, pero con la llegada de Toni Cantó al liderazgo del partido en la Comunitat, la lucha entre PP y Cs se ha acentuado. La presidenta del PP valenciano Isabel Bonig y Cantó pelean por ser los referentes de la oposición al Gobierno tripartito del Botànic. Esta pelea se escenificó en el debate de investidura y todo apunta a que será tónica habitual durante esta legislatura.
Ciudadanos pisó los pies al PP en las pasadas elecciones del 28M y está convencido de que puede convertirse en el referente del centro derecha en la Comunitat Valenciana, un espacio que los populares dominaron durante más de dos décadas y que le permitió holgadas mayorías absolutas.
La estrategia lanzada por Génova no tiene en cuenta las peculiaridades territoriales ni que en la Comunitat Valenciana y tras perder las elecciones, el PPCV está obligado a diferenciarse de Ciudadanos si quiere conservar la hegemonía. La visión en Génova es distinta, ya que se produce en un contexto de acuerdos con la formación de Ribera para gobernar en varias comunidades. La experiencia de gobierno de coalición en Andalucía se ha podido repetir en el Gobierno de Madrid y en el de Murcia.
Los populares aspiraban a lograrlo también en la Comunitat , pero la izquierda superó en votos al bloque de la derecha. Con cuatro años por delante, el PP de Bonig tiene el reto de no quedar desdibujado por un Cantó que ha llegado a las Corts haciendo ruido.
En todo caso, el acercamiento que el PP busca con Ciudadanos no es nuevo, incluso hay antecedentes en territorio valenciano. De forma informal, Ciudadanos y el PP tuvieron contactos informales en las elecciones generales de 2016 para presentar listas conjuntas al Senado. Esta idea fue recuperada por el líder del PP, Pablo Casado. Sin éxito.
Ciudadanos, por su parte, tiene una difícil situación: mantener su distancia con respecto al PP y un discurso propio y hacerlo compatible con fomar parte de tres gobiernos autonómicos.
