Continúa el cruce de acusaciones entre los líderes políticos valencianos por el peaje blando, medida planteada por el Ministerio de Fomento el pasado lunes y que supondría el fin de la gratuidad de las autovías cuya titularidad pertenece al Estado. El portavoz de Compromís en el Senado, Carles Mulet, remarcó ayer que abrir el debate, por parte del PSOE, sobre la imposición de peajes simbólicos o blandos en las autovías ahora que se acerca el fin de la concesión de Aumar con la AP7 es «directamente desleal hacia los valencianos». «Continuaremos pagando los de siempre, a los que llevan 50 años estafándonos», denunció.

El representante de Compromís en la Cámara Alta también explicó que el peaje de la autopista del Mediterráneo finalizó en 1986 «y que fue un gobierno del PSOE quien decidió, a traición, alargarlo sin ninguna justificación, mientras se dedicó a invertir en autovías gratuitas sin uso». «Ahora, después de décadas de presión ciudadana no han podido volver a caer en la tentación de renovar la concesión», matizó.

Por otra parte, tres diputados valencianos del Partido Popular han registrado preguntas en el Congreso de los Diputados sobre el posible peaje porque consideran que sería «un impuesto más» y «un nuevo castigo a los ciudadanos» de la Comunitat, en una autonomía «en la que el PSPV, Compromís y Unides Podem ya aplican una carga impositiva importante».

El secretario electoral del PP y diputado nacional por València, Vicente Betoret, dijo ayer que quieren conocer los detalles de esta medida porque lo que «vemos es una intención por parte del Gobierno del PSOE de aumentar la carga impositiva a los valencianos y es un golpe muy fuerte para autónomos, transportistas y todas las personas que utilizan a diario este tipo de vías».

Belén Hoyo, una de las diputadas que acompañó a Betoret a registrar las preguntas remarcó que «aunque digan que es simbólico, no deja de ser un impuesto más que afectaría a los bolsillos de los valencianos y a la economía». «Sánchez está frenando la recuperación económica de los valencianos y sus contradicciones paralizan el país», apuntó.

Ante estas acusaciones, el senador de Castelló por el PSOE, Artemi Rallo, señaló que el debate sobre el futuro mantenimiento de las autovías no tiene que ver con la AP7, que «será de uso gratuito y sin peajes», y añadió que «mezclar ambos debates solo pretende confundir a los ciudadanos». Aseguró que la AP7 será gratuita a partir del 1 de enero de 2020 y que «no hay debate posible» porque los valencianos «han pagado peajes durante años con la complicidad de los gobiernos del Partido Popular». En un comunicado, Rallo apuntó que ahora pagar este peaje «se ha acabado, gracias al PSOE que siempre ha trabajado para que la gratuidad de la Autopista del Mediterráneo sea una realidad».

El socialista también explicó que «el PSOE ha cumplido con su compromiso, y al igual que en Burgos, la gratuidad de la AP1 es una realidad, la AP7 lo será a partir de enero en la Comunitat Valenciana, nadie debe tener ninguna duda». Asimismo, Rallo agradeció el apoyo de otros grupos minoritarios en el Congreso y el Senado porque «todo suma cuando se trata de impulsar medidas progresistas que mejoren la vida de todos los valencianos y valencianas».