El brote de botulismo aviar detectado el 17 de julio en el Tancat de la Pipa, en el parque natural de l'Albufera, podría ser dado por controlado «en un par de días». Ayer sábado se cumplió un mes después haber empezado y tras haber matado 641 aves y haber enfermado a otras 89. El delegado de Seo Birdlife en la Comunitat Valenciana, Mario Giménez, explicó que en los últimos días no se han encontrado ejemplares «enfermos ni muertos recientes», lo que les hace pensar que «el brote está controlado» aunque prefieren «ser prudentes» y esperar.

«En un par de días se podría confirmar que el brote está erradicado», aseguró Giménez, quien explicó que «no ha habido casos nuevos desde el día 13, en el que apareció una cigüeñuela enferma».

Un mes después de que se detectara el brote, según los datos de la organización medioambiental, hay un total de 641 aves muertas y 89 enfermas, tras una semana en la que se había advertido que las muertes habían empezado a ralentizarse.

El brote ha afectado a un total de 21 especies de aves de este enclave de gran valor ecológico de l'Albufera, entre ellas y en mayor medida, el ánade azulón, la especie más abundante en el parque con una población de entre 4.000 y 5.000 individuos, según SEO Birdlife, y que ha perdido 251 ejemplares.

Además, el botulismo también ha afectado a otras especies como la cigüeñuela, con casi cuarenta muertes; y la garceta común, con una treintena, así como a la gaviota reidora, el morito, la focha común y la gallineta común.

El pasado 17 de julio, en el marco de las tareas habituales de seguimiento de aves en el Tancat de la Pipa, se detectaron ejemplares con síntomas de intoxicación y varios cadáveres, que fueron llevados al Centro de Recuperación de Fauna «La Granja» del Saler, dependiente de la Generalitat, para su análisis y confirmar el origen de las muertes.

Según Giménez, los análisis tardaban una semana pero ante la «más que probable» enfermedad, intensificaron la revisión de la zona y detectaron medio centenar de cadáveres, que les hicieron pensar que «iba a ser botulismo».

Por eso, SEO Birdlife y Acció Ecologista Agró, que gestionan de forma conjunta el parque, junto a la Conselleria de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Júcar tomaron la decisión de proceder al secado del Tancat de la Pipa. «Era la forma más efectiva de facilitar sacar aves muertas y evitar que se propagara la enfermedad porque ya no hay aves», indicó Giménez, a la par que añadió que «se mantendrá seco hasta mediados de septiembre».

Las causas que favorecen la aparición de este tipo de brote son las altas temperaturas y bajas concentraciones de oxígeno en el agua, condiciones frecuentes durante el verano y el otoño, en especial en los humedales costeros de la vertiente mediterránea.

El 30 de julio se hizo una prospección muy intensiva en todo el Tancat de la Pipa, con el mayor registro de cadáveres encontrados, 115, muchos de ellos en avanzado estado de descomposición, por lo que eran ejemplares no detectados en revisiones anteriores.

Al día siguiente ya se contabilizaba un total 488 aves muertas y 83 enfermas, según informó entonces SEO Birdlife. Esta intoxicación frecuente en aves acuáticas de todo el mundo está causada por una toxina que genera la bacteria «Clostridium botulium» y que no se transmite a las personas.

Los síntomas de la enfermedad es parálisis parcial o debilitamiento en patas, alas, cuello y párpados, que progresa rápidamente a parálisis que lleva a las aves aun coma profundo, con la cabeza y el cuello extendidos de una forma típica.

«Es una neurotoxina que va paralizando los músculos del cuello y las alas. Cuando las aves van dando cabezadas es una señal de que puede ser botulismo», explicó el delegado de SEO Birdlife.