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Voluntariado ambiental

Guardianes de los bosques

Más de 4.000 voluntarios colaboran en tareas de prevención de incendios forestales durante la campaña estival por toda la Comunitat Valenciana - València ofrece un servicio mínimo de voluntariado durante todo el año, el cual necesita refuerzos

Guardianes de los bosques

Los montes se debilitan cada verano como consecuencia de la exposición a altas temperaturas que, junto el estrés hídrico que impera en esta época del año y el abandono de los cultivos, conforman un combustible perfecto para que la llamas arrasen con ellos. «La labor de prevención es incluso más importante que la de extinción», aseguran los agentes medioambientales. Ya lo dice el refrán: «Más vale prevenir que curar». Y no le falta razón, ya que el coste de un incendio forestal no es solo económico, también es de salud. La vegetación es el pulmón de la tierra y el mecanismo que limpia el aire, absorbe CO2 y libera oxígeno. Además, reduce la temperatura ambiente, pero si la misma naturaleza se encuentra contaminada o quemada, ésta poco podrá hacer por las personas. Hay que entenderlo como un proceso de retroalimentación: si cuidas de la tierra, ésta cuida de ti. «Únicamente invirtiendo en prevención para reducir la inflamabilidad del paisaje evitaremos que los grandes incendios forestales devoren comarcas enteras», sentencia WWF.

Y con ese espíritu, la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha reunido, para esta campaña estival, a más de 4.000 voluntarios que trabajan en la prevención y detección de incendios en la Comunitat Valenciana y que ayudan a reforzar la vigilancia terrestre. El departamento subvenciona alrededor de 81 iniciativas de voluntariado, lideradas por ayuntamientos y entidades sociales ambientales. No obstante, mantiene durante todo el año un servicio mínimo de voluntariado, que se realiza desde 2001 y en el que solo se organizan grupos que emprenden su jornada desde la misma ciudad de València hacia los diferentes montes del territorio valenciano. «La mayoría de los incendios forestales se producen durante el invierno, pero gracias al servicio de prevención logramos sofocarlos en poco tiempo», revela un agente del equipo de Prevenció d'Incendis.

En lo que llevamos de año se ha producido un total de 133 incendios forestales, de los cuales un 40% han sido por negligencias y un 37% intencionados. Esto supone que el 90 % del total de la superficies quemada hasta junio se habría podido evitar realizando una buena práctica ciudadana. Para llevar a cabo esta labor de prevención, las brigadas de voluntarios se distribuyen en diferentes grupos y lugares para llegar a detectar cualquier tipo de humo visible a lo largo de los montes de la Comunitat. Los grupos salen de lunes a domingo a realizar paseos por las rutas establecidas equipados con prismáticos, un mapa de la zona y una emisora que permite a los voluntarios comunicarse con el equipo de Prevenció d'Incendis.

Cómo trabajan los voluntarios ambientales en la C. Valenciana

Cómo trabajan los voluntarios ambientales en la C. Valenciana

Quienes realizan este voluntariado reciben previamente una formación en la que se les explica los diferentes tipos de humo, las distintas alertas por calor existentes y las prohibiciones que versan sobre los montes, entre otras prácticas. Estos conocimientos les sirven para actuar en caso de observar alguna conducta inadecuada por parte de los visitantes en los parajes. «Si algún agricultor está realizando fuego en alerta 2 ó 3 le explicamos que ha de apagarlo y que no está permitido en esas condiciones», dice la voluntaria Susana Mollà. Con tal de que se distingan de los turistas y senderistas habituales de las zonas, toda la red de voluntariado recibe un uniforme, que además de diferenciarlos sirve como medida «disuasoria», ya que «al vernos vestidos todos igual y con el logo de la Generalitat, la gente se muestra más respetuosa con el entorno porque son conscientes de que hay personas vigilando», apunta Mollà.

El objetivo de este voluntariado es prevenir incendios y colaborar con los técnicos de prevención de la conselleria, «no apagamos los fuegos, lo primero es nuestra seguridad, nosotros avisamos», aclara la voluntaria Leticia Redondo. Las tareas del voluntariado se pueden resumir en «vigilar, avisar y disuadir». Desde el voluntariado reconocen que son conscientes de la crisis medioambiental que atenaza a día de hoy el planeta, por ello inciden en la importancia de tomar conciencia de la situación y «aportar tu granito de arena a la causa».

De manera particular, las brigadas que salen desde la ciudad de València señalan la escasez de personal que se une a la guardia de los montes, ya que las jornadas de vigilancia son de libre elección por parte del voluntario. En algunas ocasiones, esta situación ha impedido realizar las salidas al monte, debido a que no llegan al número mínimo de voluntarios, que es de tres personas. A diferencia de las brigadas de refuerzo que se organizan en los diferentes municipios para la campaña estival, en València se mantiene el dispositivo de voluntariado durante todo el año. En los meses de invierno es cuando se producen más incendios debido a que vuelve a establecerse el período de quemas agrícolas. Por ello, el motivo del fuego en la mayoría de meses invernales corresponde a negligencias.

Labor desconocida

«Mucha gente no sabe que existe este trabajo de prevención y protección del monte, solo sabe de la actuación de los bomberos tras originarse el incendio, pero no saben que otros muchos incendios no se han producido por nosotros», expresa un técnico del servicio de Prevenció d'Incendis. Los agentes que peinan los montes durante todo el año se reparten por zonas, de tal manera que unos quedan dispuestos en los picos de vigilancia, que se encuentran en las cimas de las diferentes montañas, mientras que otros se mueven con vehículos por los senderos para poder tener así una visión terrestre del perímetro a vigilar. Con tal de reforzar esta vigilancia terrestre, se encuentran los voluntarios distribuidos en otras rutas. Toda la red de prevención queda conectada mediante emisoras. Además, el Servei de Prevenció d'Incendis se mantiene conectado con el 112 en sus jornadas de vigilancia, desde donde reciben avisos de los particulares.

Los incendios han crecido, en potencia y en extensión, en los últimos años, como consecuencia del aumento progresivo de las temperaturas. En estos años se han batido récords en cuanto a meses cálidos y secos. Esto ha derivado en una catástrofe llamada cambio climático o emergencia climática, según con las gafas que se mire la situación. De ahí, que las igniciones de más de 500 hectáreas se hayan vuelto habituales, por lo que hace unos años pasaron a catalogarse como grandes incendios forestales (GIF), según WWF. Estos fuegos resultan en muchas ocasiones «ingobernables», así que hay que apostar por «la gestión forestal para reducir la vulnerabilidad de los montes frente las llamas», concluyen desde el Servei de d'Incendis.

El 77 % de los fuegos los provoca el hombre

En este 2019 se han producido un total de 133 incendios forestales, de los cuales, un 40 % han sido por negligencias y un 37 % intencionados, según los documentos Espurna, que realiza mensualmente la Generalitat Valenciana. La superficie que ha sido calcinada a raíz de estos fuegos producidos por la acción o inacción humana alcanza el 90 % del total de la superficie quemada hasta junio.

El conjunto de incendios originados por las diferentes causas -rayos, negligencias, intencionados y desconocidas- llega a los 34 incendios en la provincia de Alicante, a los 20 en la de Castelló y a 79 en la provincia de València. Este año se está caracterizando por ser especialmente seco, por lo que hay que aumentar la prevención.

La Generalitat destina más presupuesto

La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha concedido 81 ayudas para la actual convocatoria del programa de voluntariado en prevención de incendios forestales, publicada en marzo. Las subvenciones se han repartido en 36 proyectos presentados por municipios, organizaciones o entidades de voluntariado en la provincia de Alicante, que movilizarán a unos 1.729 voluntarios. Unos 5 proyectos en Castelló, con la participación de 232 personas voluntarias y 40 iniciativas en la provincia de València, donde se han activado a 1.969 personas. El total de voluntarios ambientales es de más de 4.000 participantes. Este año se ha incrementado el presupuesto un 20,4 %, pasando de 450.000 euros en 2018 a 542.000 euros en 2019 y se ha casi triplicado con respecto a 2016, cuando se destinaron 200.000 euros, según informa la conselleria.

Estas ayudas financian proyectos de vigilancia para la prevención de incendios forestales, campañas de sensibilización, de educación y concienciación a los visitantes en espacios naturales y forestales.

Voluntariado en Alicante

En la provincia de Alicante, además de las tareas de prevención para las que les forma la Generalitat, reciben otra formación por parte de l'Institut València de Seguretat Pública i Emergències (Ivaspe), que les permite también realizar labores de extinción.

Así, en las localidades alicantinas se distribuyen en grupos de vigilancia y formaciones que pueden participar en la sofocación del fuego, si se produjera. En ciudades como Alcoi, además de los vehículos, algunos voluntarios realizan paseos a caballo para no perjudicar el paisaje.

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