El cinturón sigue bien apretado. Los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana han podido aflojar un agujero de la correa que les oprime desde hace años, pero las arcas municipales todavía están condicionadas por el dinero que se debe a las entidades bancarias, una deuda viva que, según los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda, a cierre de ejercicio de 31 de diciembre de 2018, es la más baja de la última década.

Si el año pasado ya se marcó el mínimo con 2.091 millones de euros, esta cifra global alcanzada por los 542 municipios ha bajado aún más, en concreto un 18,54 %, para situarse en 1.705 millones de euros. En el año 2012, siete de los 50 municipios españoles con más deuda eran valencianos. En 2018 solo hay dos entre los 50 primeros: València y Gandia.

Si tenemos en cuenta que en 2012 se registró el máximo histórico de «números rojos», con un importe acumulado de 3.671 millones de euros para las tres provincias, seis años después las corporaciones valencianas han conseguido sanear su deuda un 53,55 % y empiezan a ver algo más despejado el horizonte. Los efectos de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera -aprobada en 2012-, con los consiguientes planes de ajustes impuestos por el ministro Cristóbal Montoro, obligó a reducir el déficit público de forma drástica. Desde aquel momento, los ayuntamientos aún tienen la obligación de dedicar el remanente de tesorería que consiguen cada año a pagar deuda bancaria, una imposición gubernamental que no ha cambiado con la llegada de Pedro Sánchez a la Presidencia y que ha mantenido atada de pies y manos la gran mayoría de las arcas municipales.

Hay corporaciones locales que le pegan un buen «bocado» a su deuda en un año, como es el caso de las ciudades de València y Alicante; y otras que lejos de sanear sus cuentas han aumentando su deuda. Este es el caso de 39 localidades, de tamaño diverso, donde Hacienda les recuerda que deben más que antes. Entre ellas destacan sobre todo Dénia, que debe 8,5 millones más al acabar 2018 que al final del año 2017, y Paterna, donde la deuda viva se ha incrementado en 8,3 millones de euros. También destaca el caso de Godella, con mucha menos población que las dos anteriores y donde la deuda con los bancos creció el pasado año en 7 millones de euros.

Un total de 202 de los 542 municipios valencianos ya pueden presumir de tener «deuda cero», y si el año pasado alcanzaron este hito 195 localidades, un año después se mantienen a cero 234. Muchos municipios optan por devolver préstamos de forma lenta, aunque eso conlleve un aumento de intereses, a dejar de acometer inversiones en sus poblaciones, sobre todo teniendo en cuenta que 2018 fue año preelectoral. Los alcaldes reclaman desde hace años que el Ministerio de Hacienda abra la mano para poder gastar el superávit que generan, no sólo en inversiones sostenibles sino también para contar con liquidez y poder atender gasto corriente y mejorar servicios públicos básicos como la limpieza o la seguridad.

Grandes ciudades

Entre todos los municipios, el de València sigue siendo el consistorio con la deuda viva más alta (casi 439 millones), aunque en el último año logró recortarla en 113 millones de euros. En el año 2012, el ayuntamiento entonces gobernado por el PP de Rita Barberá presentaba una deuda bancaria de 975,91 millones que desde entonces ha ido descendiendo. Actualmente, la deuda de València por habitantes es de 554,66 euros, por debajo de Madrid (856,78 euros por persona) pero algo por encima de Barcelona (516,84 euros).

Desde el año 2013, el de Gandia es el segundo ayuntamiento valenciano con la deuda viva más alta, y eso que acabó 2018 con 24,6 millones menos que en 2017. Con sus 260,5 millones en total, Gandia es entre los municipios con más de 50.000 habitantes, el de mayor deuda per capita 3.529 euros por vecino. El segundo de entre los municipios más poblados es Paterna, que le ha arrebatado a Alicante el tercer puesto en la clasificación de los consistorios, seguido por el de Elx (con 37 millones de euros) y Benidorm (con 35). Cada vecino de la capital de l'Horta Nord «debe» a los bancos 558,8 euros.

Si nos centramos en un hipotético reparto de «deuda per cápita», cada valenciano debe a los bancos 343,63 euros a través de sus ayuntamientos. En 2012, la deuda viva era de 736,30 euros por habitante. El de Vallada tiene el dudoso honor de ser el ayuntamiento con la mayor deuda por vecino con los bancos: 8.063 euros por cada uno de sus 3.036 habitantes.