La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) ha encontrado una nueva vía para aumentar las ya de por sí buenas cifras de donaciones de órganos y de trasplantes que cada año ponen a España en el podio mundial de esta opción terapéutica. Se hace todo lo que se puede sí, pero desde el sistema público. ¿Por qué no integrar a los hospitales del sector privado?
Esta es la premisa en la que la organización nacional está trabajando actualmente (apoyándose en la experiencia previa de regiones como la valenciana) y con la que esperan poder aumentar la actividad de donaciones y trasplantes entre un 5 y un 10 %. El aumento es necesario ya que pese a lo bien que funciona el sistema (en 2018 hubo 2.241 donantes y más de 5.300 trasplantes en toda España), la demanda de nuevos órganos no para de crecer y el flujo de donaciones procedentes de accidentes de tráfico sigue, afortunadamente, bajando. Según cifras de la ONT, cada año mueren un 7-8 % de pacientes en espera de un órgano vital.
La organización lleva desde finales del año pasado trabajando junto a la patronal de los centros sanitarios privados, la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) en un protocolo marco que desarrolle cómo se va a hacer esta colaboración y que garantice el buen hacer que ha sido el sello del sistema de la ONT desde su creación por Rafael Matesanz hace 30 años.
El protocolo está ahora en fase de exposición pública para recibir alegaciones pero se espera retomarlo a la vuelta del verano para ponerlo en marcha a principios de año. Integrar a los privados sí, pero, ¿cómo? Para responder a esa pregunta, la ONT ha contado con el asesoramiento de los profesionales de varias comunidades autónomas donde esta colaboración pública-privada ya tiene un recorrido, entre ellas la Comunitat Valenciana.
Una aportación del 2 %
Y es que la sanidad valenciana es una de las pocas que durante los últimos años ha contado con los hospitales privados para «enriquecer» el sistema de donaciones. Según explica el coordinador valenciano de trasplantes, Rafael Zaragoza -y que está colaborando con la ONT en la redacción de ese protocolo marco- en la C. Valenciana se lleva cerca de una década colaborando en distintos grados con los hospitales privados en la donación de órganos. En el montante global, las donaciones que proceden de centros privados son todavía pocas -un 2 %- pero se espera que puedan llegar al 10 % una vez el protocolo específico en el que se está trabajando se ponga en marcha.
«Es una cuestión que voluntariamente vienen haciendo los centros y profesionales. Están involucrados los grandes hospitales privados de Valencia y alguno de Alicante», explica Zaragoza. De esta forma -y tal como se va a replicar ahora a nivel nacional, cada uno de los hospitales privados involucrados está «tutelado» por uno público. Cuando tienen un paciente que, por su situación y características puede ser candidato a ser donante de órganos, desde el hospital privado se ponen en contacto con los responsables de la ONT de su hospital público de referencia y, «o bien se traslada al paciente a ese hospital público o a veces se han desplazado los equipos».
De esta forma, el Hospital La Fe viene colaborando con el Vithas 9 de Octubre; el Doctor Peset con el Consuelo y el Hospital Clínico con la Salud y con el Hospital Quirón Valencia aunque sin un marco a nivel nacional, algo que se espera enmendar ahora.
Junto a la C. Valenciana esta colaboración pública-privada también se viene realizando en Baleares, Cataluña, Madrid, Andalucía y Galicia. Precisamente son sus coordinadores autonómicos, junto al valenciano Rafael Zaragoza los que están tutorizando el protocolo marco firmado con la ASPE y cuya tramitación se retomará en septiembre.
Diferentes escenarios: detectar donantes y derivarlos o asumir también la extracción
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) junto con la patronal de la sanidad privada ASPE ha previsto tres escenarios distintos para que los hospitales privados se involucren en el sistema de donación de órganos. De esta forma y según se incluye en el borrador que ahora está en exposición pública, los privados pueden optar por detectar solo a los posibles donantes (que se trasladarían a un centro público para realizar la extracción de órganos) o por realizar ellos mismos la extracción de órganos y /o de tejidos para el trasplante aunque nunca realizar allí mismo el trasplante de órganos.
El problema del traslado
El primer escenario es mucho más sencillo de asumir por los privados ya que no tiene coste económico y no se necesitan más recursos. Además, cuenta con la experiencia que ya se tiene en varias regiones por lo que ya se ha visto que es factible. El problema estaría en el impacto que el traslado pueda tener en la familia y que esto pueda aumentar las negativas a la donación.
La otra forma de involucrar a estos hospitales sería también autorizar que la extracción de órganos se hiciera con equipos y personal del propio centro, una colaboración que requiere de más recursos, aunque también se hace ya en regiones como Galicia o Madrid con buenos resultados. El protocolo no prevé, en ningún caso que los privados asuman también los trasplantes. De hecho, actualmente, muy pocos hospitales privados en España están autorizados para ello.
El modelo de «tutorización» es el que se implantará para que los centros privados se involucren en el proceso de donación de órganos. Al igual que ya se viene haciendo en la sanidad valenciana, cada uno de los hospitales privados que quieran participar en el sistema, deberán tener un hospital público de referencia con el que firmarán un acuerdo de colaboración.
En cada uno de estos centros habrá también un coordinador de trasplantes como lo hay en los públicos, que hará de correa de transmisión.
