Se dice que una de las decisiones más importantes de la vida -por lo menos con 17 o 18 años- es la de elegir la carrera universitaria que se va a estudiar, ya que eso puede marcar buena parte del futuro. ¿Pero qué pasa cuatro años después de llegar a la universidad? El abismo del mercado laboral se abre cada año para miles de estudiantes que, con un grado debajo del brazo, dejan los libros a un lado para buscar el empleo soñado que se ajuste a su formación, aquel por el que se han esforzado durante años.

Para saber cómo les va a los jóvenes en su nueva etapa vital y ajustar las carreras a la realidad laboral, la Universitat de València (UV) ha realizado un estudio en el que analizan la situación de las personas egresadas de la segunda y tercera promoción de grados, es decir, de los estudiantes que llegaron a la Universitat en 2009 y 2010. El informe, que se basa en 55 titulaciones representativas, desvela que el 71,1% de las personas que titularon de 2014 a 2016, estaban empleadas uno o dos años después, aunque solo una de cada cuatro contaba con un contrato estable (25,7 %).

Entre los que más facilidades han tenido se encuentran los titulados en el área de Ingeniería ya que, según los datos, el 83,8 % encontraron trabajo mientras estudiaban o durante los primeros seis meses después de obtener el título. El dato, que en los hombres llega al 85,9 %, es casi 10 puntos superior a la media, que se queda en el 73,1 %, 9 puntos más que en el estudio anterior, centrado en la primera promoción de graduados que alumbró el Plan Bolonia.

De esta manera, las ingenierías destacan por su alta inserción laboral. De hecho, tres de ellas se cuelan en los primeros puestos de las carreras con más salida, de entre las 55 incluidas en el análisis: son Ingeniería Informática (el 96,3% de los titulados están empleados), que se sitúa solo por detrás de Medicina (98,3 %); e Ingeniería Electrónica de Telecomunicación e Ingeniería Multimedia, que ocupan los puestos 7º y 8º con el 89,5 % en ambos casos.

Detrás de Medicina e Informática, la tercera carrera que muestra un mayor grado de empleabilidad es Filología Catalana, con un 95,7 %, exactamente igual que el grado de Óptica y Optometría. En el top 10 también aparecen Podología (95,6 %), Odontología (92,5 %), Negocios Internacionales (88 %) y Traducción e Interpretación, en la especialidad de alemán (87,5 %).

Aunque todas las carreras que forman el estudio menos una (Historia, con el 43,1 %) tienen a más de la mitad de sus titulados y tituladas trabajando, el drama surge cuando la lupa se pone sobre el tipo de contrato que tienen los jóvenes. De media, solo el 25,7 % tiene uno estable, lo que se debe, en parte, a que el acceso al mercado de trabajo en muchas ocasiones se hace a través de becas o contratos de formación, siempre temporales. Si se observan los números, solo tres carreras cuentan con más del 50 % de sus egresados con contratos de larga duración o indefinidos: Óptica y Optometría (52,1 %), Negocios Internacionales (50,6 %) y Traducción e Interpretación en alemán (50 %). Por áreas, son las Ciencias Sociales las que ofrecen más estabilidad, con el 28,8 % de los casos.

No obstante, a pesar de esto, los jóvenes titulados por la UV ponen un notable a su situación laboral. La nota media sobre 10 es de 7,3, según recoge la encuesta.

La opción menos preferida

La radiografía desvela que emprender no es una opción para la mayoría de graduados, ya que solo lo trabajan por cuenta propia el 8,4 % de media, y más los hombres (10 %) que las mujeres (7,3 %). Por áreas académicas, las Ciencias de la Salud presentan el porcentaje más alto de empleados por cuenta propia (12,9 %), seguida de Artes y Humanidades (9,9 %).

El área de Ciencias de la Salud también es la que más experiencia laboral acumula, otro de los indicadores que recoge el estudio. La tienen el 87,7 % de titulados de esta rama, frente al 79,4 % de media de las 55 carreras.

Por último, el porcentaje de graduados con un empleo ajustado a su titulación varía entre el 55,1 % de Artes y Humanidades y el 80 % de los de Ciencias de la Salud.