Cargos de Compromís exigieron ayer la dimisión de la vicepresidenta del Gobierno, la socialista Carmen Calvo, después de sus declaraciones tras la crisis abierta por el rescate de los inmgrantes del Open Arms. El diputado autonómico Josep Nadal fue el más vehemente en la petición: «Per dignitat, Carmen Calvo, dimissió», escribió en redes sociales, donde añadió que la número dos del Gobierno lleva meses ganándose a pulso la dimisión «por motivos humanitarios».

Otra diputada de Compromís en las Corts Valencianes, Nathalie Torres escribió que a Calvo y a su compañera de Gobierno, la ministra de Defensa Margarita Robles, aún les «pasaría poco» si acabaran comapareciendo ante un tribunal de justicia por su actuación en la crisis del Open Arms.

A ellos se suma el siempre activo senador Carles Mulet, que ayer mismo anunció una batería de preguntas al Gobierno. Alguna de ellas está escrita en tono muy duro como la que pregunta textualmente al Ejecutivo si entre casi 47 millones de ciudadanos y ciudadanas en España no existía otra persona mejor para ser vicepresidenta del Gobierno. O la que inquiere sobre si prefiere el Gobierno que se ahoguen las personas que escapan del hambre, las guerras, la pobreza, antes de que sean rescatadas.

Más comedidos, pero sin dejar de situar a Sánchez en la diana, el síndic en las Corts, Fran Ferri, sostiene que algunos «son más de rescatar bancos que personas» y remarca que esa actuación nunca puede ser un delito.

Es la misma idea que ha lanzado en las últimas horas el portavoz en el Congreso, Joan Baldoví. Ambos han evitado pedir la dimisión de la ministra como sí han hecho sus compañeros de formación.