Entre la decisión de la parte socialista del Consell de decretar ajustes en el presupuesto de la Generalitat por valor de 500 millones de euros y aprobarlos en el primer pleno de septiembre y la de Compromís de resistirse a aplicar recortes al venir obligados por causas externas a la Generalitat como es la imposibilidad de Pedro Sánchez de formar Gobierno surgió ayer la posición de Unides Podem.
En el primer conflicto serio del segundo Botànic, la formación morada adopta claramente el papel de mediadora justo entre las posiciones de sus socios, que hoy parecen muy distantes.
Mientras Compromís ha llegado a situar entre sus opciones remotas (si fallan todas las demás) acudir a los tribunales contra el Gobierno de Sánchez, Podemos optó ayer por una posición mucho menos combativa.
La formación morada se quedó fuera del Consell la pasada legislatura y fue el partido que con más énfasis exigió valentía al Botànic a la hora de adoptar posiciones políticas o aprobar leyes, pero de momento en las primeras decisiones del partido que lidera Rubén Martínez Dalmau la estrategia no parece ser la beligerancia.
El portavoz de Economía y Presupuestos en las Corts y secretario de Análisis Político de Podemos, Ferran Martínez, aseguró en declaraciones a Levante-EMV que la mejor salida a la situación creada era un pacto entre los partidos para decidir de qué partidas del presupuestos es más factible realizar los ajustes. Martínez exige a Sánchez que negocie con Podemos y otras fuerzas y saque adelante un Gobierno que ponga en marcha la reforma de la financiación y apruebe unos nuevos presupuestos, pero también es crítico con el hecho de que la inestabilidad en Madrid tenga que generar obligatoriamente ajustes en el Consell.
Pero si llega ese escenario cree que lo mejor es un consenso entre las tres fuerzas del Botànic, pero no la Conselleria de Hacienda o el presidente por iniciativa propia. Según Podemos, deben ser los tres partidos los que decidan en qué partidas tiene que aplicarse el recorte para hacer el menor daño posible a las cuentas autonómicas. En lo único que coinciden los tres partidos es que los servicios públicos fundamentales (Sanidad, Educación y Derechos Sociales) tienen que quedar blindados a los recortes, pero discrepan en todo lo demás. Tampoco comparte Podemos que el jefe del Consell aumente el presupuesto para subvenciones de libre disposición cuando se exige ajustes a todas las consellerias.
Mientras, desde la Conselleria de Hacienda confiaron ayer en que en septiembre habrá nuevo Gobierno y que este comunicará de inmediato a las comunidades autónomas los ingresos previstos en el modelo de financiación para 2020 y las entregas a cuenta para confeccionar los Presupuestos de la Generalitat para el próximo ejercicio. Fuentes de Hacienda consultadas por Europa Press señalaron que el plazo para su elaboración de los presupuestos finaliza el 31 de octubre, con lo que habría tiempo para realizarlos y presentarlos a las Corts Valencianes, iniciando así su tramitación.
Según explican, un gobierno en plenas funciones, además, podrá aprobar instrumentos legales extrapresupuestarios para paliar las insuficiencias financieras de las comunidades, entre ellas la Comunitat Valenciana, la peor financiada, sin tener que esperar a los nuevos Presupuestos Generales del Estado.
En el hipotético caso de que no hubiera Gobierno central en septiembre, ya se estudiarán otras posibilidades, pero no es ese el escenario que se contempla en estos momentos, inciden las mismas fuentes, preguntadas por la incidencia de la situación actual de bloqueo político en Madrid.
Peligra la estabilidad financiera
Mientras, el grupo parlamentario Ciudadanos (Cs) en las Corts advirtió ayer de que las pugnas del Consell ponen en duda la «estabilidad» de los próximos presupuestos autonómicos para el año 2020, ya que el Botànic lleva desde la legislatura pasada arrastrando luchas internas de poder y egos.
En un comunicado, el portavoz de Economía de Ciudadanos, Tony Woodward, apuntó que estas luchas internas están siendo mucho más acusadas en el Botànic II, por lo que ve muy complicado que se llegue a un acuerdo para aprobar las cuentas.
En su opinión, fue una enorme irresponsabilidad la aprobación de unos presupuestos «suicidas» como fueron los del año pasado y Cs ya advirtió hace meses que tendrían grave consecuencias para los valencianos y que ahora se traducen en nuevos recortes por parte del Consell. Asimismo critica que el presidente de la Generalitat se escude en la falta de Gobierno en España para anunciar una restricción en el gasto, porque «la ineptitud del PSOE no puede acabar asfixiando a los valencianos.
