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Cuando la nacionalidad restringe el derecho a la participación

El voto es universal, según la Constitución española. Sin embargo, no todas las personas residentes en el país tienen este derecho. La nacionalidad es una barrera que evita que multitud de personas pueda elegir a sus representantes políticos en las elecciones.

Según Gustavo Torres, de Psicólogos sin Fronteras, mucha población migrante no puede ejercer su derecho al voto en los comicios por cuestiones políticas como la falta de convenio entre España y su país de origen, a pesar de llevar mucho tiempo como residentes. «Puedes, por ejemplo, ser una persona boliviana que lleva aquí viviendo más de diez años y no tener derecho a voto», señala.

Esta masa de población también vive, fundamentalmente, en la periferia de las ciudades y en barrios que sufren de exclusión social y desatención por parte de las autoridades. Además, según señala Torres, «si esta masa social tiene unas necesidades concretas y no puede votar, nadie va a atender sus demandas. Porque, como político, ¿para qué te vas a centrar en mejorar sus condiciones si al final no vas a recibir su voto? Es la hipocresía de los partidos», denuncia.

A esta situación se le suma la falta de información que sufren muchas personas migrantes respecto a su derecho a la participación política. Según Foessa, fundación vinculada a Cáritas, de los extranjeros que podrían participar en las elecciones, un 44 % de los de la Unión Europea y un 42 % de los de otros países piensan que no pueden realmente. Solo un 23 % de los nacionales de la UE y un 35 % de los nacionales de otros países han votado en alguna ocasión.

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