Uno de cada cuatro kilómetros de alta capacidad -autovías y autopistas- que discurre por suelo valenciano es de pago. Así lo recoge un estudio la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan) y la consultora AT Kearney, que establece que la Comunitat Valenciana es la sexta autonomía en la que los peajes tienen un peso más que importante.

De los 3.174 kilómetros de autopistas con peaje que hay en España, una tercera parte son de la AP7, 1.109. De este millar largo de kilómetros, 412 pertenecen a los tramos que recorren la Comunitat Valenciana desde Alicante hasta Castelló pero solo 367 son de pago, lo que supone el 26 % del total de vías de alta capacidad que disucurren por la Comunitat; el resto de vías de este tipo está conformado por autovías de uso gratuito. Además, los valencianos deben hacer frentea unos de los peajes más elevados de todo el país. Por ejemplo, un conductor que quiera desplazarse desde Saguntohasta Tarragona debe pagar 28,30 euros. Por contra, si un turismo desea viajar desde Silla hasta El Campello tiene que abonar 17,60 euros por el peaje. Cabe recordar que el baipás entre Silla y Sagunto es gratuito.

Por comunidades, La Rioja es la más penalizada, con el 64 % de su red viaria de alta capacidad bajo el régimen de pago, seguida por el País Vasco (41 %), Cataluña (39), Navarra (36) y Galicia (27). Por detrás de la Comunitat Valenciana se sitúan, por este orden, Aragón (19 %), Murcia (17), Madrid (16), Castilla -la Mancha (5), Andalucía (9), Castilla y León (5) y Asturias (5). Baleares, Canarias, Extremadura y Cantabria no cuentan con vías de peaje.

Peajes blandos

El Ministerio de Fomento estudia en este momento la posibilidad de imponer un peaje blando en las autovías que son de titularidad pública. Esa tasa, que podría situarse en torno al 10 % de los actuales peajes de las autopistas, se destinaría, según manifestó el ministro José Luis Ábalos, a costear el mantenimiento de las infraestructruras y al impacto medioambiental. La medida podría suponer aplicar una tasa por kilómetro de 0,15 céntimos para los camiones y de 0,03 para los coches, según los informes previos. De este modo, un camión que deba viajar desde València hasta Madrid pagaría 106,50 euros en un viaje de ida y para los conductores particulares la cifra se situaría en torno a los 21,30 euros.

Ábalos insistió en separar el debate de la liberalización de la AP7 con la posible implementación de pago por uso en las autovías, «ya que son temas diferentes». Por su parte, la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, precisó que no hay ninguna propuesta concreta pero que se analizan fórmulas que «permitan una mayor y mejor conservación de las carreteras».

La patronal Seopan calificó la posible medida de «beneficiosa» tanto para la economía española como para la sociedad mientras que los transportistas temen ser el único colectivo que finalmente tenga que asumir el peaje blando.

El presidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa), Víctor González, declaró a Levante-EMV que el planteamiento de Fomento «no está muy claro y estamos a la espera de que Fomento nos ofrezca una solución». La Confederación Española de Transporte de Mercancías también rechaza la implantación del peaje blando e insta a Fomento «a examinar el perjuicio que también afectaría a la competitividad de los productos españoles» y opina que el mantenimiento de las carreteras estatales «debe financiarse a través de los presupuestos generales».

Los consumidores tampoco comparten el pago por uso. Desde Facua-Consumidores en Acción, Miguel Serrano, manifestó que el peaje blando contribuiría a la creación de dos tipos de conductores: «uno que podría transitar por las autovías y otro que, por no poder hacer frente al pago, se enfrentaría a carreteras más peligrosas con altos índices de siniestralidad».

Por su parte, el secretario general de Autopistas de Unión Sindical Obrera, Juan Atienza, apuntó que cuando acabe la concesión de Abertis con la AP7, unos 150 empleados perderán su trabajo.