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El Gobierno de Sánchez pide controlar la factura de los medicamentos y de los implantes

La Conselleria de Sanidad podría considerar la adopción de nuevas instrucciones para limitar la implantación de ciertas prótesis más caras, como ya se hizo con las lentes multifocales

Aunque supone apenas el 2 % del total del presupuesto de la Conselleria de Sanidad, el gasto en productos sanitarios, como el de medicamentos, es uno de los caballos de batalla de la administración sanitaria que, cíclicamente, aplica instrucciones concretas para contenerlo.

Ahora, el Consell se encuentra de nuevo con la necesidad de meter la tijera a estas partidas después de que el Gobierno de Pedro Sánchez haya pedido un plan de ajuste para controlar el nivel de deuda en el gasto sanitario (que incluye farmacia y productos como las prótesis), después de que la C. Valenciana haya doblado el nivel de endeudamiento autorizado: del 2,4 marcado al 4,8 de tasa interanual al cierre del pasado mes de mayo.

Desde Sanidad adelantaron a principios de agosto que estaban «trabajando» en la justificación de este aumento ante la administración central y que la racionalización del gasto estaba entre sus «prioridades», aunque no adelantaron si se iban a aplicar nuevas medidas de contención, en concreto, en las prótesis.

Precisamente la carta enviada a la Generalitat hacía especial hincapié en controlar el gasto en prótesis y otros productos sanitarios (como equipos y renovaciones informáticas), que es donde realmente se habían disparado las cifras.

Por ahora, los profesionales consultados por este diario aseguran que el acceso a las prótesis está «controlado» y se tiene en cuenta la costo-efectividad de las intervenciones, aunque no se ha llegado a retirar ninguna prótesis de entre las que se puede elegir por su alto precio.

Lentes multifocales, muy caras

Una de las últimas veces que la administración tomó esta medida fue en 2011 al sacar de catálogo de prótesis autorizadas las lentes multifocales en las operaciones de cataratas.

Antes de ese año era habitual que, a los pacientes que lo necesitaran y que llevaran lentes bicofales, se les cambiara el cristalino afectado por una catarata por una de estas lentes ajustables, pero su alto precio «aconsejó» limitar su utilización. Desde esa fecha, la instrucción que firmó en su día Luis Rosado como director de la Agencia Valenciana de Salud fue la de restringir su implantación a las personas que ya la tuvieran en un ojo y se les operara del otro o en ciertos pacientes con problemas graves de astigmatismo al tener más de 4 dioptrías.

Otras instrucciones en vigor marcan el porcentaje de prótesis de rodilla o cadera a implantar, según su tipología.

En especialidades donde se están utilizando las prótesis más caras como Cardiología, sí esperan que haya nuevas instrucciones más concretas para limitar la implantación, por ejemplo, de válvulas aórticas con el procedimiento TAVI, a través de la femoral, y que suponen un coste de entre 15.000 y 20.000 euros por prótesis. Un comité asesor especial ya valora actualmente quién se somete o no a este tipo de intervención. El problema es que la mejora «técnica» de los implantes está haciendo que más pacientes sean candidatos a recibirlas con lo que se amplía el volumen de personas y, con ello, el coste.

Los especialistas recuerdan, sin embargo, que este nuevo tipo de implantes aumenta a corto plazo la factura, pero también supone un ahorro a largo plazo para la sanidad valenciana, ya que significa un ahorro real, por ejemplo, en días de hospitalización o tratamientos posteriores.

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