Cada inicio de curso surge la duda de si las temperaturas respetarán la vuelta a las clases o si, por el contrario, una ola de calor hará que esta sea tórrida, como ocurrió en 2014, cuando centros valencianos optaron por dar las clases en el patio y algunos niños y niñas tuvieron que ser atendidos por lipotimias. Otros, tiraron de buen humor y aprovecharon para ir al cole en bañador, como reivindicación.
Aquel año las temperaturas no acompañaron, lo que no se puede calcular con mucha antelación, pero las familias y sindicatos como CC OO instan a empezar a pensar qué actuaciones deberían realizarse tanto a corto como a largo plazo para que los centros estén equipados contra las olas de calor.
En este sentido se expresan desde la Federación de Enseñanza (FE) de CC OO, donde piden buscar soluciones para conseguir «confort climático» más allá de la climatización. «Tienen que ser soluciomes respetuosas con el medio ambiente, no sirven solo los aires acondicionados, porque también consumen», explica Xelo Valls, secretaria general de FE CC OO PV.
A corto plazo, Valls apunta que se debe establecer un «pequeño protocolo», por el que, en caso de ola de calor, «se registren las temperaturas de las clases cada hora y se suspendan puntualmente si se superan los 27 ºC y el 70 % de humedad, siempre con el consenso del claustro y la comunidad educativa, y avisando a la conselleria».
A largo plazo y «ante la situación de emergencia climática», reclaman que se establezcan unos criterios y se realicen revisiones técnicas periódicas sobre el estado de los colegios e institutos, «como la Inspección Técnica de Vehículos (ITV)». «Consideramos que las soluciones van de la mano de planes directores sobre instalaciones educativas», proponen. Desde CC OO también consideran que «la urgencia en cambiar ls modelos de gestión y producción de la energía sea uno de los ejes principales y transversales en la programación de la acción de los centros».
En la misma línea, la Confederación Gonzalo Anaya, que integra a más de 1.000 AMPA, también considera «importante» la rehabilitación energética eficiente de los centros educativos para combatir los efectos del calor. El objetivo ha de ser, según las familias, «garantizar, con una medida óptima, unas instalaciones educativas eficientes y sostenibles con el medio ambiente y a la vez confortables para docentes y escolares». Silvia Centelles, presidenta de la confederación, afirma que «hay que avanzar mejorando las condiciones de las instalaciones y eso también requiere actuar en los edificios teniendo en cuenta el clima de nuestro territorio y a la vez, la eficiencia sostenible y energética de los centros».
Medidas
Por eso, explican que una «posible solución» sería «que la rehabilitación energética y eficiente de los centros escolares se incorpore al plan Edificant», lo que permitiría aislar térmicamente las construcciones escolares, cambiar las ventanas o mejorar la ventilación.
Hasta ahora, los centros han paliado el calor como han podido. Algunos de ellos, han aprovechado Edificant para habilitar zonas de sombra en sus patios; otros, han comprado ventiladores o aires acondicionados con fondos propios o pagados por el AMPA. En este último caso, y según explican fuentes de la Conselleria de Educación, el único requisito es que las direcciones territoriales de Educación autoricen los proyectos y comprueben que se cumplen las medidas de seguridad.
Asimismo, desde la conselleria recuerdan que aunque los centros nuevos no cuentan con climatización, «sí se construyen en base a criterios de sostenibilidad». Además, en 2017 y 2018, 82 escuelas han renovado sus puertas y ventanas gracias al plan municipal de mantenimiento de la conselleria y la Diputación de València, en el que se han invertido 12,5 millones de euros.
